Las personas que sufren de insomnio podrían tener el doble de probabilidades de sufrir un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular (ACV) que las que duermen bien, sugiere un estudio de investigadores taiwaneses.

El hallazgo amplía la creciente evidencia que sugiere que tener problemas para dormir puede causar enfermedades.



Hace mucho se comprende que los problemas de salud y de sueño con frecuencia están interrelacionados. Muchos estudios han sugerido que los problemas del sueño pueden provocar, o contribuir a, afecciones físicas y mentales como la obesidad, la depresión, la hipertensión e incluso los déficits de memoria en los estudiantes que estudian hasta altas horas de la noche.



También puede ocurrir lo contrario. Los problemas de salud (como el dolor, la acidez, el hipertiroidismo, el síndrome de piernas inquietas y la ansiedad) provocan insomnio.

«Sabemos que las cosas que contribuyen al insomnio pueden aumentar el riesgo cardiaco, como la diabetes e incluso el estrés», apuntó el Dr. Gregg Fonarow, profesor de medicina cardiovascular de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA, en Los Ángeles. «Hemos visto estudios sobre la sensibilidad a la insulina que muestran que, por ejemplo, pueden haber grandes cambios metabólicos relacionados con los ciclos de sueño y vigilia».

Para el nuevo estudio, liderado por el Dr. Chien-Yi Hsu del Hospital General de Veteranos de Taipéi, los investigadores usaron una base de datos nacional de salud de dos millones de personas. Tras eliminar a las que tenían depresión, ansiedad, apnea del sueño, trastorno convulsivo y abuso de sustancias, los autores identificaron a casi 11,000 personas a partir de los 45 años de edad que sufrían de insomnio, y a más de 32,000 personas que no.

Tras unos cuatro años de seguimiento a estos participantes, los investigadores hallaron que el 1.6 por ciento de los que sufrían de insomnio experimentaron un ataque cardiaco, mientras que entre los que dormían bien, apenas el 0.76 por ciento sufrieron de un ataque cardiaco.

A su vez, el 11.2 por ciento de los insomnes tuvieron un ACV, frente al 6.5 por ciento de los que no eran insomnes.

Los investigadores concluyeron que el insomnio se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares (como un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular) en el futuro.

El estudio será presentado este domingo en una reunión científica de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en Los Ángeles.

«Se trata de un estudio interesante que amplía investigaciones anteriores que muestran un mayor riesgo de ataque cardiaco asociado con el insomnio de esta magnitud», apuntó Fonarow. «Este estudio añade nueva información de que también hay una fuerte relación con el ACV».

Pero Fonarow apuntó que el estudio no sugiere que los profesionales clínicos deban ser más agresivos en el tratamiento del insomnio. «Intentar tratar el insomnio es bueno para la calidad de vida, pero es demasiado pronto para afirmar que tratar el insomnio reducirá las probabilidades de [desarrollar] una enfermedad cardiaca».

La Dra. Aparajitha Verma, directora médica del Programa Integral de Trastornos del Sueño del Hospital Metodista, en Houston, dijo que le preocupa que los investigadores no distinguieran entre los distintos tipos de insomnio, lo que puede plantear una diferencia para comprender la asociación posible con la enfermedad cardiovascular.

«No sabemos si estas personas no dormían lo suficiente o si tenían un sueño fragmentado, o problemas para dormirse. Cuando meten a todo el mundo en el mismo saco del insomnio, tampoco dicen cuántos podrían tener apnea del sueño, que se asocia muy de cerca con un mayor riesgo de enfermedad coronaria vascular», apuntó Verma.

Aunque los científicos no comprenden del todo por qué la privación del sueño puede tener un impacto tan profundo sobre la enfermedad cardiovascular, se piensa que quizás la falta de sueño debilite al sistema inmunitario, provocando una «cascada inflamatoria», explicó Verma.

¿Cuál es su consejo? «Las personas necesitan hacer del sueño una prioridad», enfatizó.

Aunque el estudio descubrió una asociación entre los problemas del sueño y el riesgo de ataque cardiaco, no probó una relación causal. Las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

Fuente HealthDay News