Es la institución militar más famosa del mundo, pero oficialmente no existe. Si lo hiciera, el Área 51 estaría a unos 100 kilómetros de Las Vegas, en medio del desierto de Nevada, a mitad de camino entre una base de la Fuerza Aérea y una zona de ensayos nucleares. El mito dice que en ese lugar se realizaron durante años pruebas y ensayos sobre naves y seres extraterrestres pero la verdad es, como ocurre a menudo, mucho menos fantástica.



Todos hemos oído hablar del Área 51 y de cómo el gobierno norteamericano se dedica a realizar ingeniería inversa sobre uno o más ovnis recogidos luego de un accidente. Incluso se menciona que en ese lugar se almacenan los cadáveres de sus tripulantes.

Gran parte de la culpa de todas estas fantasías la tiene el propio gobierno de los Estados Unidos, que durante décadas no hizo nada por desmentir los rumores.



Lo cierto es que al Pentágono le convenía que esos rumores siguiesen circulando, a pesar de que con permitir una visita guiada por sus instalaciones el problema estaba solucionado. Pero, en lugar de aclarar las cosas, el gobierno mantuvo el espacio aéreo sobre el lugar como “ zona restringida”, no se podía circular por los caminos que llevaban al Área 51 y toda mención de la base en los documentos oficiales era automáticamente clasificada como “Secreto”. Todo esto convirtió el lugar en el Santo Grial de los teóricos de la conspiración, dando pie a las más descabelladas especulaciones.

Los ufólogos se encargaron de explicar que el Pentágono mantenía en el lugar platillos voladores y seres extraterrestres almacenados en congeladores (tambien para determinar el origen de la vida en nuestro planeta). La otras instalaciones secretas incluye datos como que el Área 51 está conectada por túneles subterráneos.

En 2001, Katie Couric, una periodista estadounidense que se hizo conocida como copresentadora del programa Today (NBC), le dijo a su audiencia que el 7% de los estadounidenses duda de que el aterrizaje en la Luna haya sido real, y que se trató de una puesta en escena montada en el desierto de Nevada. Millones de personas creen que, dentro de los edificios y hangares negados por el gobierno pero confirmados por Google Earth, se encuentra la mayor conspiración de la historia.

El principal sustento de todas esas historias es la falta de expedientes oficiales que explique qué es lo que realmente sucede allí. Sin embargo, cinco personas que conocen muy bien el Área 51 han roto el silencio y parece que finalmente conoceremos la verdad.

El coronel Hugh “Slip” Slater, de 87 años, que fue comandante de la base en la década de 1960 es uno de ellos. Edward Lovick, de 90, quien pasó treinta años haciendo pruebas de radar sobre alguno de los más famosos aviones del mundo de aviones (incluidos los U-2, A-12 y F-117) también forma parte del grupo.

Otro es Kenneth Collins, que tiene 80 veranos a cuestas y fue piloto de pruebas de la CIA que recibió la Estrella de Plata. Thornton “T.D.” Barnes, de 72, un ingeniero a cargo de los proyectos de ingeniería del Área 51 y Harry Martin, de 77, encargado de administrar el suministro de combustible en la base, completan el grupo. Estos hombres, ya retirados, han comenzado a hablar de que se cocinaba realmente en la base secreta.

Para completar la informacion les dejamos el siguiente documental de Nat Geo: