La Mutual de Seguridad CChC dijo que trabajar en condiciones de calor puede provocar que las personas se encuentren “más proclives a sufrir estados mentales de incomodidad o desagrado, que pueden terminar afectando su correcto desempeño laboral”.



“Inclusive, la exposición constante a altas temperaturas puede desencadenar lo que se conoce como Estrés Térmico, que se produce cuando el cuerpo sobre pasa su temperatura promedio (36°C a 38ºC) y sigue recibiendo calor en una cantidad mayor a la que puede eliminar, como lo hace normalmente”, expresó la prevencionista de riesgos de la entidad, Paula Zapapa.

Sostuvo que la exposición al sol y al calor en esta época debe ser una situación de cuidado si nuestro ambiente laboral contempla labores al aire libre y estamos largas jornadas bajo estas condiciones, que pueden dañar nuestra piel y elevar la temperatura de nuestro cuerpo por sobre el nivel que necesita para funcionar con normalidad (en torno a los 37ºC).



De acuerdo a biobiochile.cl, dijo que las altas temperaturas “producen trastornos y efectos contra la salud, que pueden ir desde salpullidos en la piel, letargo y mareos, hasta la deshidratación, fatiga excesiva, convulsiones y pérdida de la conciencia. Situaciones como las anteriores, incluso, pueden aumentar las probabilidades de ocurrencia de accidentes, sobre todo si se manipulan herramientas”.

Por lo mismo, aunque trabajos como la construcción, la agricultura, la pesca, el transporte y algunos servicios son conocidos por exponer a las personas al sol y a las altas temperaturas, Zapapa enfatizó que la preocupación debe ser general, y se pregunta ¿Qué hacer para evitar efectos adversos?

“Sobre todo utilizar bloqueador solar diariamente y escogerlo de acuerdo a cada tipo de piel. Lo recomendable es que sea de un factor de protección 30 o superior y que se aplique media hora antes de la exposición al sol, volviendo a aplicarlo durante el día”, sostuvo.

Agregó que cuando se realicen actividades al aire libre, siempre hay que considerar proteger la cabeza con un sombrero (hay actividades que contemplan cascos con paños), además de cuidar los ojos con unas gafas con protección UV.

“La ropa es un factor clave: ésta debe intentar cubrir zonas sensibles, como brazos y cuello, pero, al mismo tiempo, se debe privilegiar tejidos de colores claros, ligeros y permeables, para evitar el aumento de la temperatura corporal y favorecer la transpiración. En esa línea, se debe evitar el uso de telas sintéticas, que generan y acumulan calor, y favorecer algodones con trama tupida”, dijo Zapapa.