MIAMI. El presidente del Partido Popular Democrático de Puerto Rico (PPD), Alejandro García Padilla, asume este miércoles como el décimo gobernador de este Estado Libre Asociado de Estados Unidos, en sustitución del republicano Luis Fortuño, del Partido Nuevo Progresista.
Alejandro García Padilla

«Juraré para servir a Puerto Rico por los próximos cuatro años contra todo enemigo interior y exterior», dijo Padilla, que con 41 años es el segundo gobernador más joven de esta isla caribeña de 3,7 millones de habitantes.



Con una licenciatura en Economía y Ciencias Políticas de la Universidad de Puerto Rico, García Padilla se jacta de ser el único gobernador electo en la isla en haber realizado todos sus estudios en Puerto Rico, a diferencia de sus antecesores, egresados de universidades en Estados Unidos.

García Padilla ha prometido que su prioridad para gobernar no será el polémico cambio de estatus de Puerto Rico, considerada como una colonia por Estados Unidos, sino «enderezar la economía, buscar alternativas de empleo» e impulsar políticas públicas que ayuden a los trabajadores y la clase media.



De acuerdo a la agenda oficial, unos 9.000 invitados asistirán a las ceremonias de toma de posesión, que comenzarán con su juramentación antes del mediodía local en el Capitolio de la isla, ubicado en el centro histórico de San Juan.

Entre los invitados internacionales figuran el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, y una delegación del gobierno de Estados Unidos.

García Padilla ganó sorpresivamente la gobernación de Puerto Rico el pasado 6 de noviembre, el mismo día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, con un 47,85% de los votos.

Menor de una familia con seis hijos, García Padilla está casado desde 2001 con la contadora Wilma Pastrana, con quien tiene tres hijos.

Uno de los primeros temas que deberá afrontar el nuevo gobernador tiene que ver con la discusión en Washington del pronunciamiento de los puertorriqueños en favor de la anexión a Estados Unidos, en una consulta no vinculante realizada en noviembre.

Según dijo a la AFP Javier Colón Morera, catedrático de la escuela de Ciencias Políticas en la Universidad de Puerto Rico, el Congreso en Washington ignorará esa votación debido a la ambigüedad de las dos preguntas formuladas en el referéndum.

Pese a ser ciudadanos estadounidenses desde 1917, bajo el actual estatus los puertorriqueños no tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales de Estados Unidos mientras residan en su isla, ni tienen derecho a representación en el Congreso, que aprueba leyes que los afectan.

En las tres consultas anteriores sobre su estatus, realizadas en 1967, 1993 y 1998, los puertorriqueños habían rechazado incorporarse como estado número 51 de Estados Unidos, prefiriendo mantener el de Estado Libre Asociado, aprobado en 1952.

De acuerdo con el Artículo IV de la Constitución de Estados Unidos, es el Congreso en Washington el que decide qué territorios se incorporan a la Unión.

Los líderes anexionistas puertorriqueños consideran que es una obligación del Congreso de Estados Unidos y del presidente Barack Obama tomar en cuenta los resultados del plebiscito no vinculante.

AFP