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En un mundo donde abundan las denuncias por malas relaciones entre empleados y empleadores, resulta sorprendente conocer el caso de Bob Moore, un exitoso empresario estadounidense que no sólo trató a sus trabajadores como parte de su familia, sino que -en consecuencia- les legó su empresa al retirarse.



Se trata de la Bob’s Red Mill Natural Foods, la mayor fabricante de productos naturales y sin glutén de Estados Unidos, con más de 400 productos en el mercado e ingresos de entre 20 a 50 millones de dólares al año.

Destaca Bio Bio de Chile que sus inicios fueron humildes. Moore era un ingeniero mecánico que estuvo dedicado a su rubro hasta 1978, cuando compró un viejo molino de más de 120 años en el estado de Oregon y lo convirtió en el inicio de una empresa que llegó a tener 209 trabajadores.



Pero tal como revela en su reciente biografía “La gente antes que los beneficios”, la filosofía de Moore era muy particular. Tratando de cumplir su sueño de tener una empresa familiar, mantuvo una relación estrecha con sus trabajadores, quienes lo querían como a un padre, consigna Yahoo Finanzas.

Por eso, cuando el empresario anunció su retiro a los 81 años, un 16 de febrero de 2010, un halo de tristeza cubrió a toda la plana. Tristeza que se tornó incredulidad cuando Moore les avisó, al mismo tiempo, que había decidido rechazar todas las ofertas de compra que le habían hecho y traspasar su compañía a los propios trabajadores.

Así, mediante un plan de oferta de acciones a sus empleados (ESOP), la propiedad de Bob’s Red Mill Natural Foods pasó a los 209 trabajadores, quienes además acumularan los beneficios de la misma en sus planes de retiro para aprovecharlos tras la jubilación.