Santo Domingo. La Primera Dama de la República, Cándida Montilla de Medina, visitó este lunes a la niña de 11 años que está recluida en cuidados intensivos en la Plaza de la Salud, luego de que diera a luz, como consecuencia de una violación sexual.

Candida



Montilla de Medina conversó con los señores Anabelkis Corporán y Andrés Trinidad, padres de la menor, a quienes ofreció palabras de aliento y de esperanza y les expresó la disposición del Despacho que encabeza de seguir asistiéndolos para el fortalecimiento de la unidad familiar, con ayuda psicológica tanto para ellos, como para la niña abusada.

La esposa del Presidente de la República, Danilo Medina, previamente conversó con el Presidente del Patronato de la Plaza de la Salud y con el director médico de ese centro asistencial, doctores Julio Amado Castaños Guzmán y Nepomuceno Mejía, respectivamente, quienes le explicaron la situación y evolución de la salud de la paciente.



Los padres de la niña manifestaron que “ella es muy despierta y estudiosa. Cuando fue violada y posteriormente resultó embarazada estaba cursando el quinto grado, en la Escuela Básica Las Palmas. Es la menor de seis hijos y es muy buena hija”.

La niña se mostró contenta de ver en su lecho a la Primera Dama de la República, a la que confesó que “cuando sea grande quiere ser médico”, lo que permitió que doña Cándida Montilla de Medina, con gestos de cariño, le reiterara su apoyo y protección emocional para que vuelva a tener la vida que le corresponde, acorde con su edad.

La menor fue violada y embarazada el pasado año por su cuñado Geudy José Martínez, de 28 años de edad, quien guarda prisión preventiva en la cárcel de Najayo.

La Primera Dama Montilla de Medina llevó leche, pañales desechables, toallitas húmedas y otros artículos para el bebé de la niña, que está bajo los cuidados de sus abuelos y bisabuelos.

La prematura madre fue víctima de la violación por parte de su cuñado cuando atendía a su hermana mayor que había dado a luz, y fue al cuarto mes que su familia supo que había sido violada y embarazada, lo que había ocultado, debido a las amenazas de muerte que le profería su verdugo.

Al concluir su visita a la niña recluida en la Plaza de la Salud, la Primera Dama recibió saludos por parte de enfermeras y empleados, así como de parientes de otros enfermos ingresados allí, por cuyo estado de salud también se interesó.