El compositor dominicano Frantoni Santana entabló una demanda, querella, a través de la Fiscalía del Distrito Nacional, por la vía penal, en contra de la empresa licorera Brugal y la agencia publicitaria Young & Rubicam Damaris, que incluye a la discográfica internacional, Universal Music Group.

Frantoni



La demanda querella viene ventilándose en la fiscalía del Distrito desde el mes de julio del 2012. El origen de la misma se basa en el hecho de que una obra musical de Santana, ´´La faldita´´, canción popularizada por la Coco Band/Pochy Familia, fue mutilada y modificada para ser utilizada en una reciente campaña publicitaria de Brugal Blanco, sin que para ello se le consultara debidamente.

Dice Santana que ello se hizo que no obstante a que Universal Music (la editora autorizada patrimonialmente), advirtiera a Young & Rubicam en la licencia otorgada que los caracteres originales de la obra no podían ser alterados, ni la misma modificada, adaptada, arregladas, etc. (según licencia). «Young & Rubicam y Brugal hicieron todo lo que se le prohibió en el documento, y así se infringió el derecho moral del autor, por lo que hace el pertinente reclamo en la justicia, ya que hizo intentos amigables antes, y no obtemperaron los infractores», dice Frantoni.



La sorpresa. Le sorprende a Santana que a pesar de que Young & Rubicam Damaris, sus abogados, acusan a Universal Music de ser el responsable por no consultar antes al autor, como lo hicieron ante el fiscal y las partes, Universal Music Group, que debió reclamar ante Young & Rubicam, en defensa del autor que editorialmente representan, dicha empresa de California, de pronto, se ha aliado a Young & Rubicam, en una acción que habla de su irresponsabilidad en el manejo administrativo de sus acciones editoriales de frente al autor.

De acuerdo a Frantoni Santana, cuando una obra va a ser utilizada en una campaña publicitaria se debe consultar al autor, aunque éste haya cedido a través de contrato la obra a una editora.

El no hacerlo causa daños a la integridad del autor, al mérito literario, artístico y científico de la obra, y lo más grave: cuando se asocia la obra y a su autor, sin autorización expresa de éste, a un producto incompatible con su criterio cultural, moral, social y ético, se causa un daño que debe de ser reparado por los que infringieron los derechos morales.

Fuente fuegoalalata.net