La joven farmacéutica se empeñó en introducir al sistema los cuatro medicamentos que incluía la receta. Tres vitaminas y uno contra la osteoporosis. Miró dos veces la computadora y luego al cliente, entonces le extiende el recetario, “mire lamentablemente no le cubre ninguno”.

Esa realidad, de no cobertura, la palpa ella a diario con los pacientes afiliados al Seguro Familiar de Salud (SFS) del régimen contributivo que acuden a la farmacia donde labora, pero ella dice que siempre hace el intento. A veces le cubre uno, otras veces dos, pero en muchos casos ninguno.



Esa es también una de las principales causas de reclamaciones que recibe la Dirección de Información y Defensa del Afiliado (DIDA). El año pasado la institución tuvo que entregar cerca de 2,000 cartas de no cobertura a afiliados al sistema, para que gestionen ayudas en otras instancias, mientras mantiene una lista de por lo menos 400 de los medicamentos ambulatorios más demandados por la población y que están fuera del catálogo de prestaciones.

Desde 2011 hasta marzo de 2013, la DIDA recibió un total de 4,745 reclamaciones por denegación de cobertura de medicamentos ambulatorios.



Aunque el sistema establece un cápita de RD$3,000 por persona por año para la cobertura de medicamentos ambulatorios, a los afiliados del SFS del régimen contributivo cada vez se les hace más difícil conseguir hacer uso de ese beneficio y el gasto de bolsillo en medicinas sigue siendo muy elevado.

“Al igual que ocurre con muchos procedimientos, la lista de medicamentos que cubre la Seguridad Social ha quedado desfasada, ya que desde el 2007 no se revisa de manera integral el catálogo de prestaciones.

De ahí que los médicos indican productos novedosos y el sistema los rechaza porque no están en el catálogo de cobertura”, asegura Nélsida Marmolejos, directora de la DIDA, consultada al respecto.

Asimismo, Fribio Castellanos, consultor médico de la DIDA, dice que una de las mayores dificultades para acceder a medicamentos las tienen los pacientes con cáncer.

“El problema es que los medicamentos que se están prescribiendo para tratamiento de cáncer actualmente no están contenidos en el catálogo de prestaciones. El afiliado tiene su millón de pesos, pero no tiene cobertura del medicamento que necesita”, señala.

A esto se suma que la lista del catálogo de medicamentos básicos que contempla el sistema en su mayoría son genéricos, pero los médicos, por cultura, por desconfianza o conveniencia, indican nombres comerciales, por lo que es otra causa de negación de cobertura.

Siga leyendo este articulo elaborado por Doris Pantaleón del periódico Listín Diario