Se puede proclamar que los Premios Soberano, , en su primera entrega con ese nombre y esa imagen, han pasado limpiamente y con buenas notas su primer desafío, tanto en la producción del espectáculo televisivo como la justicia de sus veredictos, en general bastante acertados y Mención de satisfacción aparte merece la selección de Héctor Acosta, El Torito como receptor del Gran Soberano.

Con esta premiación se despeja el camino de los premios, eclipsado por un episodio inesperado que le hizo perder su nombre original y con el cual se habían realizado ya 27 entregas anteriores.



Los veredictos representan el mejor de los dones de esta entrega de la Premiación Artística Nacional y despejan toda duda sobre su sentido de justicia al premiar a las y los artistas, en el universo de las nominaciones, a los más premiables. Se ha sido justo sobre todo en la premiación de los talentos populares jóvenes, en los renglones populares, de comunicación y clásicos, dejando solo abierto el margen de rechazo de quienes apostaban a una de las opciones nominadas no premiadas, pero la vida es así. En el final del camino, es un tema de gustos y opciones, pero sin dudas que no se ha dado el caso de que subiera a recoger la renovada estatuida nadie que no la mereciera. Podría haber habido quien la mereciera tanto como quien la recibió, pero no más de ahí.

La transmisión de TV



Por lo que se pudo ver en televisión, se trató de un proyecto con todos los recursos necesarios para un espectáculo de primer mundo, de primer nivel. Escenografía moderna, cambios rápidos y amigables, transiciones de la sobriedad en el segmento de homenaje a los aristas que se han ido (uno de los más emocionantes); elegante y sinfónico como cuando toco turno a Ricardo Montaner, (quien, cosa rara, se equivocó en uno de los versos, pero que manejó el asunto con una profesionalidad que poca gente se habrá dado cuenta); festivo para el segmento de Los Rosario, todo amparado en recursos bien usados de luces, vestuario y efectos especiales lumínicos.

La modernísima escenografía, tuvo el primer éxito en su originalidad, en no parecerse a nada montado anteriormente y en su estructura basada en pantallas luminosas, en varios sentidos (lateral, vertical, horizontal) con aplicaciones para entonar proyectando colores, símbolos, imágenes y títulos con los temas presentados. Una escenografía basada en la amplitud de sus espacios abiertos, en la versatilidad del movimiento en sus masas escenográficas.

Lo escenográfico fue uno de los grandes puntos a favor del Soberano. Ella fue el gran hogar del espectáculo, combinando sus terminaciones con aplicaciones luminosas

Solo objetamos el uso de la escenografía viva montada a los lados delanteros (izquierdo y derecho) con público juvenil para animación cuasi coreográfica aplicable a los musicales. Se utilizó ese recurso en una edición anterior reciente y esto le resta novedad, además de que llega un momento en que visualmente el público televidente se cansa de ver los mismos brazos moviéndose y tomando fotos con celulares. Hubo un record en camarazos: solo se escapó uno, en el tercio final del espectáculo. Hay que reconocer la entrega y profesionalidad de René Brea y su equipo de televisión.

La animación

Fausto Mata tomó el comando humorístico de la conducción con la complacencia de Daniel Sarcos que exprofesso, le hizo la voz segunda. Fue mucho más gracioso, puntilloso y dominante del lenguaje coloquial del tigueraje local, a diferencia de lo que ocurrió con los autores del Noticiario Desinformativo que mostraron una cierta inconexión en sus rutinas, las que están necesidad de acercarse más culturalmente a la vida cotidiana. Se sintió forzado ese discurso de humor y repetitivo en algunos pasajes.

Luz García hizo su aporte en el humor y se manejó con gracia agradable, sin perder su postura de sobria elegancia femenina en escena.

El Gran Soberano

La selección de Héctor Acosta es un acto de justicia que reconoce una labor artística y social, desarrollada con un apego ético a las necesidades tanto lúdicas como de condiciones de vida de la gente de su comunidad.

El Torito, una de las voces más hermosas y expresada en bachata y merengue (y en cual de los dos se desenvuelve mejor), habló desde su alma y sobre el trote alado de la sinceridad, para agradecer el Gran Soberano.

Los comerciales

Los comerciales estrenados por Cervecería Nacional Dominicana, Claro, La Sirena, Banco León y el Centro León, representan más que un avance en la técnica de realización y un apunte a favor del buen mercadeo de productos, constituyen aportes importantes a la estética y a la misión de una buena publicidad.

Particularmente el referido al consumo responsable de bebidas cuando se maneja y al uso de un conductor designado como medida de seguridad, implica un paso en firme para revisar la publicad de alcohol hacia su vertiente de responsabilidad social. La página a que refiere (www.destapaconresponsabilidad.com) es contentiva de un mensaje positivo que estimula a quienes manejan a no hacerlo jamás si están tomando.

“Viva Trujillo ”

Como ocurre siempre, el entusiasmo de algún premiado (situación no atribuible a los organizadores o patrocinadores) le lleva a poner el huevo de su vida. En este caso, sin necesidad, sin justificación alguna, fue la expresión “Viva Trujillo coño” con que terminó sus palabras de agradecimiento el bachatero Anthony Santos, contento por haber sido galardonado como intérprete de la Bachatero del Año. Posteriormente recibió otro Soberano como Bachatero del Año, para totalizar dos.

La expresión esta siendo estudiada para fines de sometimiento judicial al artista por la Federación de Fundaciones Patrióticas y el Museo Memorial de la Resistencia, según pudo saberse desde que la expresión fue dicha. Supimos que de inmediato se inició un intercambio telefónico entre varios dirigentes de esas entidades para ver cuales acciones tomar frente a la situación a fin de dar un paso en firme para que la promoción (no el derecho a opinar o cuestionar sobre esa dictadura o cualquiera otra) del trujillismo no quede impune y que, antes al contrario, el Estado cree una comisión de la verdad que establezca responsabilidades en torno a los crímenes y torturas del régimen encabezado por el hombre que ha loado el bachatero Santos.

Esa expresión impensada, innecesaria y que debería ser objeto de una excusa pública del cantante a las víctimas de la dictadura trujillista, puede tener consecuencias legales, si el tema no se aborta a tiempo.

Por José Rafael Sosa