República Dominicana enfrenta numerosos retos. Este año ha perdido 14 puestos, con relación a otros competidores, según el informe contenido en el Índice de Competitividad en Viajes y Turismo 2013.

En los últimos seis años, República Dominicana ha perdido terreno, y este año, fue el país que tuvo el peor desempeño en materia de competitividad.



La República Dominicana recibió 4.5 millones de turistas en el año 2012, para un aumento de 5.9% respecto a los 4.3 millones que visitaron el país en el 2011. El sector fue una de las áreas más dinámicas de la economía, con incremento del empleo, y con ingresos por US$4,500 millones.

Pero en lo que va de este año se ha observado una disminución en la llegada de turistas en un 1.1%, lo que pone en evidencia los grandes retos a los que el sector debe enfrentarse, según Gabriela Fernández Leroux, del Consejo Regional de Estrategias Económicas (CREES), al hacer un análisis del Índice de Competitividad en Viajes y Turismo 2013: el caso de República Dominicana. La analista cree que la situación se complica por el alto precio del combustible aéreo, impacto y extensión de los impuestos, así como impuestos a boletos aéreos y otros cargos aeroportuarios, que ocasionan pérdida de competitividad turística.



A su vez, el Consejo Nacional de Competitividad reconoce que el país ha logrado una baja en su puntaje general, cayendo 14 posiciones, desde la número 72 en 2011 al lugar 86 en el ranking actual, y que durante los últimos tres reportes, el país ha estado cayendo de posiciones en forma constante.

Según la analista del CREES esto puede deberse tanto al cierre de rutas aéreas y a la recesión europea, como a la disminución en la competitividad turística dominicana.

Estima que el país, necesita de una serie de reformas estructurales que aumenten la competitividad y el atractivo turístico y doten al país de mayor seguridad jurídica y ciudadana, mejores servicios de salud, educación y transporte, así como simplificar el sistema impositivo y hacer menos costoso el viajar al país, sin olvidar la sostenibilidad de los recursos.

Por José Javier publicado en Diario Libre