El ministro de Agricultura, Luis Ramón Rodríguez, informó que se encuentra en manos de las direcciones generales de Aduanas (DGA) y de Impuestos Internos (DGII) el tráfico con contingentes arancelarios del DR-Cafta, luego que la cartera que dirige remitiera una investigación que da cuenta de que muchos de los beneficiarios con partidas no eran importadores, sino testaferros que vendían los permisos.

Rodríguez recordó que el DR-Cafta establece que para otorgar un volumen de importación a una persona o empresa debe ser económicamente viable, es decir, un contenedor de 20 pies o 22 toneladas del producto que sea.



Sin embargo, dijo que se violentaba el acuerdo cuando se entregaban tres, cuatro cinco o seis toneladas a una cantidad inmensa de personas y esto generaba una especie de “mercado persa” (granel) con los permisos de importación.

Indicó que a su llegada al Ministerio de Agricultura, en agosto 2012, se aplicó la norma, lo que ha dejado sin renta a una cantidad inmensa de personas que además tenían asociaciones fantasmas y que violentaban escrituras públicas.



Aseguró que a partir de este año ha sido la primera vez que desde 2007 se entregan los contingentes como se debe, lo cual fue reconocido por el saliente embajador de Estados Unidos, Raúl Yzaguirre.

“Se hizo una investigación y nosotros como en realidad desde el punto de vista de los contingentes no podemos hacer nada y pasamos todos los hallazgos de la investigación a Aduanas e Impuestos Internos y ellos están procediendo a estudiar nuestros hallazgos y procederán en consecuencia, especialmente con los que falsificaron los certificados de pagos de impuestos”.

Explicó que la DGA ha detenido la importación de quienes estaban importando con certificados ajenos o está llamando a los verdaderos dueños.

Señaló que el proceso era tan abierto que había alrededor de mil personas y empresas que solicitaban los contingentes y que ni siquiera eran productores de las áreas que requerían.

“Era la misma persona que tenía muchos asociados como primos, hermanos, había una especie de extorsión donde te decían que había que darle o si no saldrían a la calle a gritar”, expresó.

Fuente hoy.com.do