Mandela

 

Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.



Todo parece imposible hasta que se hace.

La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre.



La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

La prisión me había robado la libertad pero no los recuerdos.

Nada resulta tan deshumanizador como la ausencia de contacto humano.

Si quiere hacer las paces con su enemigo, usted debe trabajar con él.

La virtud y la generosidad son recompensadas de un modo inescrutable.

La prisión es una tremenda educación en la paciencia y la perseverancia.

Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada.

Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar.

Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.

Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero.

Deja que la libertad reine. El sol nunca se pone sobre tan glorioso logro humano.

No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños.