El cronista de arte Aridio Castillo ha hecho del programa «El Show del Mediodía» un verdadero «show» y esta vez el encontronazo fue con su compañero de trabajo Julio Clemente.

Todo inició cuando Aridio realizaba su comentario sobre las expresiones del Presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE), Máximo Jiménez, al utilizar el término como «ladilla», entre otros calificativos más, que Castillo prefirió no mencionar, al referirse ante su colega Miguel A. Rivera.



Aridio alegó que las expresiones de Máximo Jiménez le dan pena y que este necesita ayuda de un profesional ya que el éxitos no es para todo: «Me da pena, porque yo lo que creo es que Máximo Jiménez necesita ayuda profesional, porque el éxito no es para todo el mundo. Hay gente que no está preparada para recibir el éxito y sobre todo para ocupar la presidencia de Acroarte», señaló.



Además, sostiene que Jiménez está disgustado, o como diríamos en buen dominicano quillao, porque según Aridio a Máximo «algunos ex-presidentes de Acroarte no ha querido firmarle una carta para que el siga haciendo daño a la institución».

Las reacciones de inmediato no se hicieron esperar por lo que Esteban quien también labora trabaja en el «Show del Mediodía”, manifestó que a «Máximo no se le ha dado el chance y que el Show del Mediodía es su programa» por lo que podía pasar por allá cuando quiera a manifestar su parecer.

Julio Clemente también se unió y exhortó a Máximo Jiménez a que asistiera al programa aclarar lo acontecido.

Pero al parecer Aridio no le gustó mucho la idea y arremetió contra Julio Clemente diciéndole «Usted lo llama orita en el segmento suyo, no en el mío. A mí que me dejen hablar. Le pido a José Augusto Thomen que este segmento me lo permita hacer solo, no quiero a nadie a mi lado. Julio por favor retírese hágame el favor, lo quiero, usted es mi hermano, pero retírese de mi segmento».

A lo que Clemente ya un poco alterado le vociferaba » sáqueme, sáqueme, sáqueme, conmigo no, tenga cuidado, conmigo no».

Gracias a la intervención de La Condensa, el «show» no pasó a mayores.

Por Thelma Figueroa Amador @thelmafigueroa