Según ha revelado el doctor Stuart Finkelstein, médico que trataba al rey del pop, Michael Jackson, en 1993 durante su gira mundial ‘Dangerous’, el emblemático cantante tenía importantes lesiones dermatológicas e infecciones en sus nalgas ocasionadas por el abuso de sustancias estupefacientes. Tan grave era la lesión que Finkelstein era casi incapaz de aplicarle una inyección.
Estas declaraciones fueron recogidas durante el testimonio del doctor en el juicio por la sospechosa muerte de Michael Jackson, en el que Finkelstein desveló la adicción del artista a estas sustancias.
«Intenté aplicarle una dosis de Demerol [narcótico y analgésico] pero sus nalgas estaban tan llenas de cicatrices, costras y abscesos que la aguja se dobló. Tenía un verdadero problema de adicción a los opiáceos. Necesitábamos intervenir, tenía que desintoxicarse», explicó el especialista en el testimonio que se presentó en el juicio, según elnuevodia.com
Durante la gira, el doctor aseguró que Michael necesitaba de dos a cuatro dosis de 10 miligramos de Demerol al día. La situación llegó a preocupar tanto a Finkelstein que en una ocasión llegó incluso a llamar a una gran amiga del cantante, Elizabeth Taylor, para que charlara con Michael.
Esta preocupación por el estado de salud del fallecido rey del pop responde no solo a la tarea profesional del doctor sino a la estrecha relación que mantenía con el popular artista, con quien veía a menudo la televisión y compartía otros momentos de ocio.
POBRE LOCO!ojala que en otra vida haya encontrado la paz`!
QUE DIOS TENGA PIEDAD Y MISERICORDIA DE EL!
Muy de acuerdo con tu cometario AJ. Es normal que eso suceda en el mundo gay,pero TODO el mundo esconde las consecuencias de las relaciones gay.El cuerpo humano esta confeccionado de tal manera ,tan perfecTo que cada milimetro de nuestro cuerpo tiene su funcion,lo que significa que el ser humano no esta disenado para tener relaciones anal,pues el ano tiene su funcion especifica.Ahora ,hay trastorno que dan mucha pena,es el caso DE M J..QPD.
Que pena que la prensa publique titulares tan desagradables, no importa que sean ciertos o no, no hay excusas para no escribir con estilo y elegancia. Teniendo tantas cosas positivas que resaltar, caemos en lo vano y lo vulgar, por el simple hecho de llamar la atencion de los lectores.