Profamilia, organización no gubernamental, afirmó que el embarazo en adolescentes es un problema social que está estrechamente vinculado a condiciones de pobreza y aseguró que se hace urgente que en el sistema educativo dominicano se imparta educación integral en sexualidad.

“Demandamos del Estado voluntad política para capacitar a esta población con herramientas que contribuyan a disminuir los riesgos de su condición actual de vulnerabilidad como embarazos a edades tempranas y no planificados; infecciones de transmisión sexual (ITS) incluida el VIH, violencia contra la mujer e intrafamiliar, baja autoestima y ausencia de un proyecto de vida”.



En un estudio que dio a conocer esta semana el Fondo de Población de las Naciones Unidas (ONU), el 22.1% de las adolescentes dominicanas ha estado embarazada; el 50% de éstas (casadas o unidas) no usan método de planificación familiar.

En una enviada a la prensa  Profamilia afirmó que el inicio temprano de la vida sexual está asociado a una alta tasa de embarazos en la adolescencia por lo que la gran mayoría de estos embarazos no planificados tienen consecuentes efectos en la deserción escolar. Además, el embarazo a temprana edad, crea limitaciones en la adolescente para su inserción oportuna en el mercado laboral, favoreciendo una reproducción del círculo de la pobreza en que vive.



“Demandamos y promovemos la inclusión de la educación integral en sexualidad en las escuelas y en todos los niveles de la educación básica y media, con un currículo propio que permita a educadores/as y a quienes formulan las políticas el abordaje no solamente de los determinantes individuales de la salud sexual y la salud reproductiva de la gente joven, sino también los determinantes sociales, que enfoquen la atención en el mundo real en el que la gente joven vive su vida, y que integre a estos como entes sociales de pleno derecho”.

Profamilia, además, tiene una experiencia exitosa educando jóvenes en las escuelas y en las comunidades a través de una Estrategia de Educación de Pares. “El éxito de esta estrategia para obtener cambios en conocimientos, actitudes y prácticas para la prevención de embarazos, ITS y VIH ha sido demostrado a través de diversas evaluaciones. A lo largo de estos años, el Programa con Jóvenes de Profamilia ha alcanzado a más de 700,000 adolescentes y jóvenes con intervenciones de educación integral en sexualidad, promoviendo estilos de vida saludables y los derechos sexuales de este grupo poblacional”.

Durante la Primera Reunión de Ministros de Salud y Educación para Detener el VIH e ITS en Latinoamérica y El Caribe que se llevó a cabo en México en 2008, en el documento emitido a propósito de la actividad, se observa que: “la evidencia científica ha demostrado que la educación integral en sexualidad, que incluye medidas de prevención de VIH/ITS – como el uso del condón masculino y femenino en forma correcta y consistente, el acceso a las pruebas de detección y al tratamiento integral de ITS, y la disminución en el número de parejas sexuales – no acelera el inicio de actividad sexual, ni la frecuencia de las relaciones”.