El gobierno de México está en alerta por posibles episodios de violencia derivados de la caída del capo Miguel Ángel Treviño, el líder del temido cártel Los Zetas, cuya detención fue atribuida este martes por el presidente Enrique Peña Nieto a un gran trabajo de «inteligencia».

Tras su captura con otros dos hombres el lunes, Treviño, alias «Z-40», se encuentra este martes en el departamento de la fiscalía especializado en delincuencia organizada, que tiene 72 horas para definir su situación legal.



A su vez, el gobierno está en alerta por «información que ya tenemos de las posibles repercusiones (de la captura) y estamos atentos para poder reaccionar», dijo a la AFP el vocero oficial para asuntos de seguridad, Eduardo Sánchez.

Por su parte, Peña Nieto señaló que esta operación, culminada por elementos de la Marina Armada en coordinación con otras fuerzas de seguridad, demuestra que con el «uso de inteligencia y de tecnología» realmente «se puede combatir la delincuencia de manera muy eficaz».



Gracias a la coordinación entre las dependencias de seguridad mexicanas «fue posible la aprehensión de uno de los delincuentes más buscados en nuestro país y en otras partes del mundo», destacó Peña Nieto, durante la inauguración de un centro de desarrollo tecnológico en el estado de San Luis Potosí (norte).

El gobierno de Peña Nieto impulsa una nueva estrategia de seguridad que pretende modificar el enfoque de combate frontal militar de su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), en cuya presidencia fueron asesinadas más de 70.000 personas en crímenes vinculados con el crimen organizado.

El vocero Sánchez declinó señalar quién podría suceder al frente de Los Zetas a Treviño, que llevaba nueve meses como líder de esta sanguinaria organización, desde el abatimiento del capo Heriberto Lazcano «El Lazca».

Tampoco adelantó cómo puede influir esta captura en las disputas que sostienen Los Zetas con otros grupos narcotraficantes por el control de las rutas de tránsito hacia Estados Unidos y de los mercados consumidores locales.

«La manera en que se comporten las bandas o si surge una o desaparece otra, para nosotros es irrelevante (…) No vamos a parar nuestro trabajo hasta que no hayamos aprehendido» a todos los delincuentes, había dicho Sánchez anteriormente a la cadena Televisa.

Treviño fue detenido en la madrugada del lunes cuando se desplazaba en camioneta por un camino rural cercano a la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo (noreste).

El capo suma siete órdenes de aprehensión y está involucrado en una docena de investigaciones, a las que hay que añadir los cargos que se le puedan presentar por haber sido detenido transportando unos dos millones de dólares en efectivo, ocho armas largas y unos 500 cartuchos, señaló Sánchez.

Sobre los detalles del seguimiento del capo, Sánchez explicó que Treviño mantenía en las últimas semanas un «perfil muy bajo» ante el cerco que le habían tendido las fuerzas de seguridad y que únicamente hacía traslados muy cortos y en horas de la madrugada.

Felicitaciones de Calderón y EEUU

La detención de Treviño es el mayor golpe contra los cárteles asestado por el gobierno de Peña Nieto (2012-2018), quien asumió la presidencia en diciembre con el compromiso de frenar la violencia atribuida al narcotráfico.

La estrategia de Peña Nieto pretende sustituir el esquema de Calderón basado en su amplio despliegue de fuerzas militares, al que ONG y analistas responsabilizaron de atizar las disputas entre los cárteles, por otro más centrado en evitar los crímenes de más impacto para la población, en la coordinación de los cuerpos de seguridad y en un ambicioso plan social para la prevención de la delincuencia.

A través de su cuenta de Twitter, el expresidente Calderón (del opositor Partido Acción Nacional) centró su felicitación en la Marina Armada por la captura de Treviño, que dijo que fue «resultado de un perseverante esfuerzo de inteligencia».

También el departamento de Estado estadounidense felicitó al gobierno de Peña Nieto por la detención de uno de los narcotraficantes más requeridos por Washington, que ofrecía cinco millones de dólares por él.

«Su cruel liderazgo ha llegado a su fin», había recalcado anteriormente la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA, por su sigla en inglés), refiriéndose a Treviño.

El presidente de Guatemala, Otto Pérez, visitará el miércoles el estado de Guerrero (sur) para el lanzamiento local de un programa contra el hambre, y se espera que tenga una reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, para hablar de seguridad, informó la oficina de prensa de la Presidencia mexicana.

Las autoridades de Guatemala le atribuyen a Los Zetas la matanza de 27 campesinos el 14 de mayo de 2011 en el municipio de La Libertad, en el departamento norteño de Petén, fronterizo con México y Belice.

afp