Los mensajeros instantáneos, que hoy despliegan sus redes en todos los continentes, son una consecuencia de la expansión de los teléfonos inteligentes. Su masividad se apuntala en un servicio gratuito que reemplaza al SMS y en la agradable sensación de estar siempre comunicado.

La posibilidad de enviar mensajes, videos, imágenes, notas, la cumple del primero al último de los servicio con pareja regularidad. La diferencia está en el número de contactos activos que maneja cada uno.



Y aunque hay varios programas circulando por el mismo carril, sólo unos pocos sobreviven en la memoria del smartphone. 

Los cincos referentes son: 

Skype.



Es el más antiguo de los mensajeros y su especialidad son las videollamadas, aunque también permite el chat. Según datos oficiales cuenta con 280 millones de usuarios, cifra que lo posiciona en lo más alto de la tabla. Sólo la aplicación para Android se instaló en más de 100 millones de teléfonos y tabletas.

Se integra con Outlook y Facebook, lo que permite administrar correos y conversaciones desde una sola interfaz. Lo malo es que consume mucha batería y es un poco engorroso agregar contactos.

WhatsApp.

Es la estrella principal de este reparto. Hoy maneja 250 millones de usuarios mensuales. Según las últimas cifras que hizo públicas la empresa, cada día se procesan 27.000 millones de mensajes. En las tiendas de software hay cerca de 50 aplicaciones complementarias que le agregan memes, fotos, emoticones, sonidos y otros efectos.

Se puede mantener una conversación mediante mensajes con una persona o grupos de hasta 30. También permite enviar mensajes de voz grabados. Pero no es perfecto. Es indispensable tener un número de teléfono para utilizarlo, lo que implica que no se puede usar en tabletas y PC.

Tiene fallas de seguridad: se pueden obtener datos privados analizando el contenidos de archivos del programa, incluyendo números de teléfono de destinatarios, contenidos de los mensajes y localización en el momento de la emisión.

Line.

La aplanadora nipona no para de cortar precintos y en solo 24 meses logró superar el crecimiento generado por gigantes como Facebook o Twitter. Su éxito es tan arrollador que en su primer año (debutó el 23 de junio de 2011) logró juntar 50 millones de usuarios en todo el mundo.

En enero de 2013 tocó los 100 millones y ayer anunciaron que superó los 200 millones. Como está orientado a un público juvenil, su mayor gracia son unas figuritas o emoticones de gran tamaño, que se adhieren a los mensajes. Brinda la posibilidad de hablar gratis por Internet desde un teléfono a otro. Se puede usar en tabletas o computadoras. Su lado más flaco es que no tiene muchos usuarios en español.

WeChat.

Como para asegurarse un lugar en el top five, cortó un pedacito de cada mensajero, lo mezcló con cuchara de madera y lo envasó en una aplicación. Y de remate, lo fue a buscar a Messi para promocionar el producto. Así, incluye los emoticones al estilo Line, la función de buscar contactos como SpotBros y el uso de PIN como BBMessenger. Permite hacer videollamadas.

Para activar el servicio, como ocurre en WhatsApp, hay que ingresar el número de teléfono y por SMS se recibe el código. Para añadir más caras a la agenda, está la opción shake: al sacudir el aparato busca los contactos que están en las inmediaciones.

Viber.

Para videollamadas (desde la PC) y mensajes, tiene 200 millones de usuarios repartidos en 193 países. A fines de 2012 contaba con 140 millones y en febrero de 2013 saltó a 175 millones, tras lanzar su aplicación de escritorio que habilita las llamadas desde la PC que permite transferir llamadas con un clic.

Se destaca su calidad de sonido y la facilidad para configurar su entorno. Debe demostrar en un corto plazo que está para más.


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