El Papa respondió durante una hora y 20 minutos a las preguntas que le hicieron los periodistas a bordo del avión que los trasladaba a Roma. Habló de corrupción, de la mujer en la Iglesia y del nuevo modelo de familia.

El Papa Francisco condenó este lunes el llamado «lobby gay» del Vaticano durante una charla improvisada a bordo del avión que lo conducía de Brasil a Italia. Allí recalcó que no pretende «juzgar» a los homosexuales.



«Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad», declaró Francisco ante más de 70 periodistas.

«El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby», ha dicho el Papa. «De esta tendencia o el lobby de los avaros, de los políticos, de los masones… Tantos lobbys… Este el problema más grande», agregó.



Francisco ha sido consultado también sobre su posición ante el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, dos temas que no formaron parte de sus homilías durante las Jornada Mundial de la Juventud en Brasil.

«La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hable sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos», ha dicho Francisco.

«Además -agregó- los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia», ha dicho el Papa, antes de aclarar que su posición personal sobre el tema es «la de la Iglesia, porque soy hijo de la Iglesia».

Sobre la participación de la mujer en la Iglesia y la posibilidad de que se ordene a mujeres sacerdotes, Francisco ha dijo que «no nos podemos limitar a las mujeres monaguillo, a la presidenta de Cáritas, a la catequista».

«Tiene que haber algo más -opinó-, hay que hacer una profunda Teología de la Mujer. En cuanto a la ordenación de las mujeres, la Iglesia ha hablado y dice no. Lo dijo Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada».

Luego hizo una aclaración. «La Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor. Creo que falta una explicitación teológica sobre esto».

¿Los periodistas le preguntaron luego cuál era su relación actual con Benedicto XVI. «La última vez que hubo dos papas o tres papas no se hablaban entre ellos, se estaban peleando a ver quién era el verdadero. Tres llegaron a haber durante el Cisma de Occidente. Hay algo que califica mi relación con Benedicto: yo lo quiero mucho. Siempre lo quise mucho, para mí es un hombre de Dios, es un hombre humilde, que reza. Es como tener al abuelo en casa, pero el abuelo sabio», respondió.

Francisco no evadió tampoco las preguntas sobre los escándalos de corrupción en afectan al Vaticano, sobre todo los revelados por el informe Vatileaks. No evitó incluso una anécdota.

«Cuando fui a ver al papa Benedicto después de mi elección, tras rezar en la capilla de Castel Gandolfo nos reunimos en el estudio y había una caja grande y un sobre. Benedicto me dijo: en esta caja grande están todas las declaraciones que han prestado los testigos. Y el resumen y las conclusiones finales están en este sobre. Y aquí se dice tal tal tal… ¡Lo tenía todo en la cabeza! Pero no, no me he asustado. Es un problema grande, pero no me he asustado».

Fuente EFE