ISRAEL.- La fotógrafa israelí Dina Goldstein quiso burlarse de la mirada idealizada de los cuentos de hadas y retrató a sus heroínas con toda la crudeza de la vida real.
«Mi proyecto Princesas Caídas nació de una profunda rabia personal contra el ‘y vivieron felices por siempre’ que nos dan de comer en la infancia», contó Dina Goldstein sobre el origen de su sombría obra, en diálogo con Cargoh.com.
 
El disparador fue la conjunción de dos sucesos contrapuestos que marcaron su vida: el despertar del interés de su hija por las princesas y la noticia de que su madre sufría cáncer.
 
«Los dos eventos coincidieron y me hicieron preguntar cómo luciría una princesa si tuviera que lidiar con una enfermedad, sufrir financieramente o afrontar el envejecimiento. Entonces empecé a imaginarme lo que le ocurriría más tarde en la vida, luego del ‘y vivieron felices por siempre’. Naturalmente tendría que enfrentar los mismos desafíos que todas las mujeres modernas», explicó