El Instituto Nacional de Protección al Consumidor (Pro Consumidor), alertó este jueves a los consumidores ante posible venta de leche en polvo contaminada botulínica procedente de Nueva Zelanda y recomienda leer las etiquetas.

“Se debe verificar la procedencia o país de origen de la leche en polvo al momento de comprarla en los establecimientos comerciales, para tomar medidas de precaución y no consumirla”, precisó la directora de Pro Consumidor, licenciada Altagracia Paulino.



Informó que el personal del Departamento de Inspección y Vigilancia ha estado realizando monitoreo en el mercado y aunque no se haya encontrado el producto en los establecimientos visitados se recomienda tomar la medida preventiva correspondiente: “Si la leche adquirida es Nueva Zelanda llevar la muestra a Pro Consumidor, para comparar si está vinculada a los lotes que han sido retirados del mercado internacional”.

De acuerdo a informaciones suministradas por la Dirección de Aduanas el 26 por ciento de leche y productos lácteos importados en el país es de Nueva Zelanda.



La alerta es emitida ante la posible existencia en el marcado local de leche en polvo con la bacteria botulismo.

Dato

El botulismo es una intoxicación causada por la toxina botulínica, una neurotoxina bacteriana producida por la bacteria Clostridium botulinum.

La investigación de mercado fue iniciada para determinar si en el país se está vendiendo la leche en polvo para el consumo de niños que ya fue retirada del mercado de China, por el propio laboratorio.

La firma estadounidense Laboratorios Abbott inició la retirada de dos remesas de leche en polvo en China, ante la posibilidad de que los productos estén contaminados con una bacteria que puede causar botulismo, intoxicación que puede ser letal para los humanos.

Abbott se suma así al escándalo que envuelve a la neozelandesa Fonterra, después de que ésta anunciara que ha vendido a ocho clientes -cuyos nombres no ha revelado- concentrado de la proteína del suero de leche sospechoso de estar contaminado debido a una cañería sucia en una de sus plantas.

La leche ha sido exportada a Australia, China, Malasia, Vietnam, Tailandia y Arabia Saudí, pero no se descarta que hayan en el país.

En informaciones publicadas en diferentes medios Abbott confirma que los productos no fueron elaborados con materiales contaminados de Fonterra, pero sí empaquetados en las líneas de producción de la compañía neozelandesa.

Abbott ha iniciado la retirada preventiva de dos remesas de leche en polvo elaboradas en mayo de este año, que incluyen 7.181 cajas, de las que 112 ya han sido vendidas, mientras que las restantes aún permanecen selladas.

La embajada de Nueva Zelanda en Pekín alertó esa había sido manufacturados por Fonterra y podían estar contaminados.

Fuente Dominicanoshoy.com