Armstrong

Un filme sobre el regreso de Lance Armstrong, rodado en 2009 pero pospuesto cuando su negación de dopaje comenzó a desmoronarse, mostró el lunes un nuevo punto de vista de las mentiras del ciclista en ocasión de su estreno en el Festival de Cine de Toronto.



El oscarizado director Alex Gibney tuvo un acceso sin precedentes a Armstrong y su entorno antes de la caída en desgracia del ciclista para realizar un tipo completamente diferente de película de la que finalmente resultó.

Cuando la película estuvo acabada en 2010 no era «muy relevante», dijo Gibney. Pero al mirar desde una perspectiva nueva las imágenes a finales del año pasado, Gibney y el productor Frank Marshall reconocieron que habían conseguido la increíble verdad que había estado «escondida a plena vista», dijeron.



«Nos dimos cuenta de que teníamos todas estas cosas que no sabíamos que eran importante entonces, pero que ahora eran importantes», dijo Marshall.

Tras negarlo durante años, Armstrong, un sobreviviente del cáncer que ganó siete títulos del Tour de Francia -que finalmente le fueron retirados-, finalmente claudicó en enero de 2013 y admitió a la popular presentadora Oprah Winfrey en una entrevista televisiva que había utilizado sustancias dopantes.

Fue un mea culpa devastador y público para sus admiradores y para el mundo del ciclismo, pero su confesión también fue condenada por los críticos por apenas raspar la superficie de uno de los más impactantes escándalos en la historia del deporte.

El documental de Gibney ,»La mentira de Armstrong», parece establecer ese derecho.

A decir de Gibney, en su documental «La mentira de Armstrong» se ve «un retrato de una elaborada mentira… y se ve el mecanismo de la mentira, se ve la anatomía de una mentira».

«Particularmente en una filmación, cuando alguien te está mintiendo… mirando las caras, mirando la forma de hablar de las personas, mirando la manera como todo esto se cuenta, tiene un poder… y (la película) viene después del ruido y es capaz de mirar los momentos más tranquilos para ver lo que podríamos habernos perdido», dijo.

«Una de las cosas interesantes sobre la reaparición de 2009 fue que el equipo de Lance y su grupo con toda su arrogancia pensaron que no había nada que pudiera descubrirse, por lo que me dieron acceso a ciertas personas que casi no habían hablado con nadie, como el famoso doctor Michele Ferrari, que se hizo conocido como el médico de dopaje de Lance», agregó.

Además de la filmación original, Gibney grabó y añadió un montón de nuevas entrevistas, incluso con el propio Armstrong. AFP