No cabe duda de que la pelea entre Floyd Mayweather Jr. y Saúl “El Canelo’’ Alvarez puede romper récords, pero no quebrará pronósticos. La maquinaria propagandística de la promoción ha logrado enganchar a miles de fanáticos que comprarán el Pago Por ver al prometernos un choque de trenes y ojalá así sea. Nadie, salvo sus más ardientes fanáticos en México, se atreven a decir que el pelirrojo sale de favorito.

Saul canelo vs mayweather en vivo



Es cierto, Floyd no es el mismo de hace un par de años, cuando era prácticamente intocable gracias a una defensa fuera de duda y unos movimientos de torso que hacían fallar y lucir ridículo a cualquiera de sus rivales. El tiempo no pasa por gusto y el hombre que todavía muchos consideran el mejor libra por libra del mundo empieza a dar signos de mortalidad encima del ring.

Concedo también, que Miguel Cotto tuvo momentos importantes en su pelea contra Floyd y que incluso le llegó a sacar sangre a un rostro que nunca antes había visto correr la sangre; y hasta puedo admitir que el “Money’’ estuvo demasiado estático y sin fluidez en mayo pasado frente a Robert Guerrero, pero no se dejen engañar por esos aparentes síntomas de debilidad.



Floyd, que ganará una bolsa récord de $41.5 millones garantizados más un porcentaje del Pago Por Ver, está en la segunda de una serie de seis peleas firmadas con la cadena SHOWTIME y no puede darse el lujo de perder bajo ningún concepto, pero una vez más repito que esto no se trata de deseos para ninguna de las dos partes.

El estadounidense, con marca invicta de 44-0, continúa siendo un maestro de la escuela del boxeo y ese 14 de septiembre llevará a su aula personal al Canelo para darle una lección. Cuando se trata del arte del ring, nadie posee un coeficiente de inteligencia más elevado que Floyd, ni nadie explota mejor las grietas psicológicas del oponente.

Desde el 2007, cuando derrotó a Ricky Hatton, Floyd no vence por nocaut –y no me vengan a hablar de lo sucedido contra Víctor Ortiz, cuando lo sorprendió con los brazos abajo, porque no se lo acepto a nadie- y es muy difícil que pueda derribar a una mole de músculos y fuerza como lo es Canelo, pero eso no quiere decir que no le hará daño.

Habría que remontarse al 2002, cuando se midió a José Luis Castillo, para encontrar una pelea en que Floyd estuvo muy cerca de perder. Oscar de la Hoya también le trajo problemas en el 2007 hasta la mitad del combate, de ahí en adelante se desinfló dejando el camino abierto a su rival.

Salvo Manny Pacquiao en sus mejores tiempos –y de eso no hace mucho- nadie posee un volumen de golpes superior al de Floyd, pero nadie posee, igualmente, un golpeo tan certero, tan exacto como el del púgil nacido en Grand Rapids, Michigan. Cotto y Guerrero no cayeron noqueados bajo el efecto de un puñetazo espectacular, sino por la cantidad y calidad de combinaciones que no pudieron ni supieron contener.

Lo último que se duda es la capacidad del Canelo para soportar castigo, pero eso más que un elogio es una crítica. Ante Shane Mosley y Austin Trout el mexicano no ganó porque golpeó más, sino porque lo hizo de manera más contundente. Pero en eso proceso dejó entrever que su defensa no es lo suficientemente hermética. Si algunos de los antes mencionados hubiera contado con mayor dinamita, Canelo se habría visto en apuros.

No, Canelo no va a perder por nocaut, que eso ante Floyd no es poca cosa, pero si sucumbirá ante su artillería constante, un volumen ofensivo que encontrará esos huecos defensivos del chico de Jalisco. Llegará un día en que Alvarez podrá pasar por encima del mejor púgil de los últimos tiempos, pero ese día no será el 14 de septiembre.

Fuente www.elnuevoherald.com