A mediados de 1800, el fotógrafo Charles Eisenmann recorrió Nueva York con el afán de retratar a los “artistas” de los shows under de la ciudad. En esa época era muy común ver personas con malformaciones y enfermedades raras que se exponían en una suerte de espectáculo morboso a cambio de unas monedas.

También se exponía a animales “freaks” como “La vaca de dos cabezas” o “El chancho de un solo ojo”. Poco a poco, estos shows fueron perdiendo interés a medida que las personas comenzaron a compadecerse y sentir empatía, en lugar de miedo, asco y rechazo.



Típico de las zonas pobres de la Gran Manzana, estos espectáculos eran muy concurridos y Eisenmann fotografió a los protagonistas con la excusa de promoverlos. Hoy, Daily Mail muestra una galería con las imágenes y un breve perfil de cada «estrella».

De esta manera, “El hombre elástico”, Frank “Tres piernas” Lentini, “Amigo esqueleto”, “El príncipe randiano”, “La mujer sin brazos”, “Pie grande”, “Cuatro patas Myrtle”, “El niño cara de león” y “El niño con cara de perro” quedaron inmortalizados en estas fotos:



Felix Wehrle, “El Hombre Elástico” (izq.), podía estirar su piel porque tenía el síndrome de Ehlers-Danlos, mientras que Leek Ana (der.), “La mujer sin brazos”, se unió a un circo para ganarse la vida.

Frank Lentini (der.), que nació con tres piernas en Sicilia, se hizo famoso antes de casarse y tener cuatro hijos. En tanto, Eddie Masher (izq.) era conocido como “Amigo esqueleto”.

Uno de los más sorprendentes era “El príncipe randiano” (izq.), quien nació sin brazos ni piernas, pero era muy autosuficiente y capaz de afeitarse, pintar, escribir e incluso armar cigarrillos. Crack. Por otra parte, se especula que «Pie grande” Fanny Mills (der.) sufriera la enfermedad de Milroy, que causa hinchazón de las piernas.

Un bebé peludo de 26 meses (der.) fue uno de los atractivos más importantes de la época, junto con Myrtle Corbin (izq.), quien además de tener cuatro piernas, tenía dos vaginas.

Lionel (izq.), “El niño cara de león”, y Jo Jo (der.), “El niño con cara de perro”, sufrían en extremo una enfermedad llamada hipertricosis, que hace crecer el vello de manera exagerada.