Juliana Deguis Pierre

 

Juliana Deguis Pierre: “Tengo 28 años y nuca he ido a Haití, ni una sola vez yo he ido, no sé cómo es ni de qué color es, porque nunca he ido, porque yo nací aquí… cuando estoy en la calle a mí me da miedo que Migración me agarre, porque te piden la cédula y si tú no tienes tu cédula te van a llevar, y si me mandan para Haití, no sé para dónde es que yo voy, porque nunca he ido y al que Migración lo agarra se jode, por lo menos yo que no sé nada de Haití”. 



La joven, cuyo caso fue objeto de una sentencia por el Tribunal Constitucional que sienta el precedente de que a los hijos de las personas que están ilegal en el país desde el 1929 no les corresponde la nacionalidad dominicana, explica la urgencia que tenía de obtener su cédula de identidad y electoral. “Yo lo que necesito es declarar a mis cuatro hijos porque no he podido declararlos porque no tengo cédula y en la escuela del muchacho se la están pidiendo me dijo mi mamá”, clamó la joven con pleno acento dominicano, aunque afirmó que habla creole.

Según la sentencia del Tribunal Constitucional, los cuatro hijos de Juliana tampoco tienen derecho a la nacionalidad dominicana debido a que el estatus migratorio de sus progenitores es irregular en el país.



La joven es oriunda de la comunidad el Jovillo, de Yamasá, de Monte Plata y cuando fue preguntada de si sabía que el Tribunal Constitucional había emitido una sentencia que le cierra la posibilidad de obtener el deseado documento, su respuesta fue que no sabía de eso y mucho menos que su nombre figura en la prensa nacional desde el pasado 23 de este mes, cuando la corte emitió su fallo.

“La cédula es muy importante y si uno no tiene cédula cómo va a declarar a tus hijos; la profesora me dijo que va tener que sacarlos de la escuela porque no pueden seguir sin acta de nacimiento”, se quejó. Juliana, contactada por elCaribe relató que sus hijos tienen doce, diez, seis y cuatro años de edad y que ninguno tiene registro de nacimiento debido a que ella no tiene cédula, aunque sí un acta de nacimiento que la Junta Central Electoral (JCE) luego le retuvo. “Yo me sentía mal porque todas las amigas cuando había actividades buscaban a las que tenían cédula y yo me sentía mal porque a mí no me buscaban porque yo no tengo cédula”, relató Pierre que dice alcanzó el quinto curso de primaria y aprendió a escribir, pero no a leer.

Contó que el hecho de no tener documento de identidad también ha limitado enormemente sus posibilidades de trabajo. “Yo he dejado perder trabajo. Voy a las agencias y no me escogen porque para tú entrar en una agencia de empleo te piden la cédula y por eso a mí me rechazan”, afirmó. Contó que actualmente labora como doméstica en una casa de familia que le paga 6 mil pesos de lunes a viernes. Expresa que quiere trabajar para que sus hijos puedan salir adelante y que su deseo es que no se encuentren con los obstáculos que ella tiene por falta de documentación.

Contó que los sábados va a Yamasá y que regresa los lunes en la mañana a su trabajo. Agrega que su mayor temor a que Migración la atrape ocurre en el trayecto del viaje desde Santo Domingo hasta Monte Plata que hace periódicamente cada semana.

Según recuerda, fue por primera vez a sacar la cédula cuando tenía 18 años, pero que en Yamasá se la negaron. Refirió que luego un tío suyo la llevó a la Junta Central Electoral, donde, según sus afirmaciones, le retuvieron el acta de nacimiento supuestamente para correcciones y le dijeron que volviera a la oficialía de Yamasá a retirarla. Pero esa promesa no se cumplió y el caso terminó en la justicia y concluyó con un fallo en su contra. La abogada que asistió a Juliana en el proceso es María Martínez, que forma parte de una de las entidades que trabaja en favor de los derechos de las personas de ascendencia haitiana.

Padres de los hijos de Juliana tampoco tienen cédula

Juliana confesó que los progenitores de sus cuatro hijos, al igual que ella, son de padres haitianos y aunque tienen acta de nacimiento no tienen cédula. El deseo de Juliana es declarar sus hijos como madre soltera debido a que desconoce el paradero de los progenitores de sus vástagos.

JCE debe devolver acta en 10 días

La sentencia del Constitucional le ordena a la JCE entregar en un plazo de 10 días el acta de nacimiento original de Juliana y que luego proceda a someter el documento de la joven al tribunal competente para determinar si el acta es válida o nula. La corte también ordenó que otros casos sean revisados y que se tome el tiempo necesario para otorgar y revistar el acta de nacimiento.

“Mis padres viven en Yamasá y me ayudan”

Juliana dice que sus padres viven en Jovillo en Yamasá y que en principio la ayudaron para que pudiera obtener su cédula, pero dice que ahora ya están “muy viejitos” y lo que me ayudan es con mis hijos. “Los niños viven en casa de m mamá y ella es la que los cuida y como a mí no me da para nada lo que gano, mi papá me ayuda y hace compras en la casa”, relató. Dijo que su progenitor realiza trabajos agrícolas en una finca.

Confusión
Hay cosas que los haitianos dicen en creole que yo no entiendo, porque se aprenden en Haití y como no he ido allá, yo no me las sé”.

Dominicana
Identidad. La joven dice que se siente dominicana porque no ha ido ni una vez a Haití, pero que le gustaría ir.

Fuente: ElCaribe.com