El presidente Danilo Medina dispuso este domingo el encauzamiento de la cañada que cruza el sector Los Platanitos, en Haina, para evitar futuras inundaciones y ordenó la construcción de una escuela en el barrio Capotillo, de la Capital.
Danilo Medina

El mandatario recorrió esos lugares de la provincia San Cristóbal y del Distrito Nacional a pocas horas de su regreso al país tras su participación en la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno Panamá 2013, a la que asistieron otros mandatarios de la región, España y Portugal.



A su llegada a Los Platanitos, el presidente Medina se vio rodeado por una muchedumbre que entre vítores le explicaron la situación que atraviesa el sector cada vez que llueve y se desborda la cañada por el deficiente sistema de drenaje del lugar.

Medina, acompañado de los ministros Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, y de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, dio instrucciones al director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Alberto Holguín, a que proceda de inmediato a encauzar la cañada para evitar futuras inundaciones en épocas de lluvias.



El funcionario le explicó al presidente en qué consistirán los trabajos que iniciarán a la mayor brevedad, para complacer la petición de los residentes, que tuvieron como vocera a la presidenta de la Junta de Vecinos, Sixta Abad.

Holguín y Abad explicaron que uno de los motivos para el desbordamiento de la cañada es que el deficiente sistema de alcantarillado de Los Platanitos está saturado de desechos sólidos y líquidos y los desbordamientos se producen porque la cañada cruza por el centro del poblado.

Los trabajos incluyen encauzamiento, encajonamiento y canalización de toda la cañada. Estas acciones permitirán que los residentes en Los Platanitos mejoren su calidad de vida.

Escuela para Capotillo

Concluida su visita a Los Platanitos, de Haina, el presidente Medina se dirigió al barrio Capotillo, donde también fue recibido por una ruidosa multitud. Aquí, el gobernante conversó con líderes comunitarios del sector, quienes le expusieron los problemas educativos que confrontan por la falta de una escuela.

Medina dio instrucciones al ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, para reanudar la construcción del plantel, donde será aplicada la Jornada de Tanda Extendida.

Para construir el plantel, primero habrá que ubicar los terrenos, ya que según las autoridades, este es el principal escollo para su edificación.

A finales del pasado mes de septiembre, en una visita que hizo a Capotillo, el ministro de Educación, licenciado Carlos Amarante Baret, anunció que esa cartera invertirá 123 millones de pesos en la construcción de dos grandes escuelas en el barrio, una de 20 aulas y otra de 24, donde miles de estudiantes del sector y lugares aledaños recibirán formación mediante el sistema de tanda extendida.

El funcionario afirmó que la solución al problema de falta de aulas en el barrio será integral y para ellos una comisión de alto nivel de la cartera que dirige se reuniría con representantes de organizaciones comunitarias, religiosas, culturales del sector para juntos ubicar los terrenos donde serán construidos ambos planteles.

Manifestó que Educación cuenta con el dinero para la construcción de las dos escuelas donde los niños del barrio y sectores aledaños podrán recibir una educación de calidad, desayuno, almuerzo y merienda, “pero para hacer esa construcción ustedes tienen que ayudarnos, y lo pueden hacer ayudándonos a ubicar los terrenos donde esas escuelas serán construidas”.

El presidente Medina constató con los dirigentes locales que la falta de terreno es la principal causa por la que no se han construido las aulas que demanda Capotillo, por lo que dijo que discutirá la situación con la comunidad.

En su visita de este domingo, el presidente Medina dijo que acudió a Capotillo atraído por las quejas de moradores y dirigentes comunitarios de que en ese lugar el servicio educativo es precario en términos de aulas disponibles, lo que representa una limitante para las ansias de mejorar las condiciones de vida de su gente.