Nueva York. El estado de Nueva Jersey legalizó de manera provisional el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que empezará a celebrar ceremonias a partir del lunes, según una orden judicial del Tribunal Supremo de este estado.

Matrimonio gay



De esta forma son ya 14 los estados de EE.UU. en permitir el matrimonio entre homosexuales.

Aunque no tomará una decisión definitiva sobre este asunto hasta el próximo año, el Tribunal Supremo de Nueva Jersey acordó hoy permitir que se celebren bodas civiles entre personas del mismo sexo a partir del 21 de octubre.



La decisión se tomó por unanimidad (7 votos a favor y ninguno en contra).

«El interés público no tiene por qué seguir siendo aplazado», dice una orden del tribunal, que entra en vigor de manera casi inmediata en un Estado cuyo gobernador, el republicano Chris Christie, ha mostrado en numerosas ocasiones su posicionamiento en contra de una ley del matrimonio homosexual.

A pesar de que la decisión es reversible, las asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales han celebrado lo que han definido como «una enorme victoria para las parejas del mismo sexo de Nueva Jersey y sus familias», aseguraron desde la organización Lambda Legal en un comunicado.

«La larga espera para Nueva Jersey por fin ha llegado a su fin. Las puertas se abren al amor, al compromiso y a la igualdad ante esta ley», prosigue el comunicado.

Desde Garden State of Equality, otra organización de lucha por la igualdad al margen de la orientación sexual, expresaron en otro comunicado que «no es el momento para relajarse, sino para volver a comprometerse, para derribar todas las barreras».

La batalla legal en este estado por la igualdad de la comunidad homosexual logró en 2006 que las uniones entre personas del mismo sexo tuvieran los mismos derechos y beneficios que las heterosexuales, algo que comenzó a ser efectivo en 2007.

«Las parejas del mismo sexo que no pueden casarse no son tratadas en términos de igualdad ante la ley a día de hoy», afirmó el Tribunal Supremo de Nueva Jersey.

«El perjuicio para ellas -agregó- es real, no abstracto ni especulativo». EFE