México.- La historia de un mexicano que murió por no tener obra social ni dinero ante la insensibilidad y negligencia médica de las autoridades en el estado de Sonora, al noroeste de México, conmovió a la comunidad internacional.

De no ser grabado por uno de los representantes de la cadena local El Chacoteo la historia de este hombre nunca habría sido divulgada y nadie se hubiera enterado que un campesino, José Sánchez Carrasco, recurrió un día al hospital de la ciudad mexicana de Guaymas y murió cinco días después de haber sido rechazado por las autoridades del centro de salud.



«No puedo caminar, camino como viejito, me canso. El doctor no me dijo nada. No me atendió. Ni siquiera habló conmigo», comentó aplicando las últimas fuerzas el hombre, que indicó que tenía 38 años y una pequeña familia de madre y hermana en el pueblo de Casas Grandes, en el norteño estado de Chihuahua. Según Carrasco, fue a Sonora para trabajar en la cosecha de sandías y se lastimó la columna.

Mientras se busca a los familiares para entregarle el cuerpo y que sea enterrado, el cadáver sigue en la parte trasera de una funeraria. La administración del hospital confesó que se negó a antenderle, pero al mismo tiempo indicó que avisó a los servicios sociales. El caso, que desató la indignación en la sociedad mexicana, alarmó al Ministerio de Salud, que ordenó investigar «a fondo lo ocurrido» y el jefe del hospital fue despedido.



El mismo destino tuvo una recepcionista y el director del Hospital de la Mujer en Tehuacán, en el estado de Puebla, por no haber atendido a tiempo a María del Carmen Oseguera León, que dio a luz a su segundo hijo en el suelo de la recepción de este centro médico.

Destaca ElCivico que no es el único caso de este tipo. Una semana antes de este incidente, una mujer indígena de 28 años dio a luz en el patio trasero de uno de los hospitales en el estado de Oaxaca, completamente sola y sin cualquier ayuda profesional.