Santo Domingo. El presidente dominicano, Danilo Medina, aseguró ayer que por más que se quiera «el Estado tiene recursos escasos y hay necesidades infinitas en el país».

Danilo Medina



En el marco de sus tradicionales visitas sorpresa dominicales, Medina visitó la comunidad de Blanco -en la provincia de Monseñor Nouel- y Sabana Piedra -en Villa Altagracia-, informó hoy la presidencia en su cuenta oficial de la red social twitter.

En Blanco, Medina se reunió con miembros de la Asociación de Caficultores la Independencia (ASOCAIN), quienes le solicitaron financiación por valor de diez millones de pesos para adquirir una máquina para tostar, moler y empaquetar el café.



La financiación también incluye la compra del café en grano para luego ser procesado.

El presidente aprobó el préstamo a la Asociación a un 5 por ciento anual con 18 meses de gracia.

Medina les anunció que se ha importado semillas de Costa Rica para poder hacer nuevos viveros y sustituir las plantaciones que no resisten a la roya.

«Hay que hacer una sustitución por una planta que la resista, y esta variedad está probado que la resiste», indicó Medina.

A su vez, indicó que «yo estoy yendo a todos los lugares, pero no es regalando el dinero que estamos» y «por más que queramos, el Estado tiene recursos escasos y hay necesidades infinitas en el país y lo que queremos es que ustedes reciban el valor agregado de su producción directamente» y que «puedan tener más ingresos y elevar sus condiciones de vida».

A su vez, el presidente visitó Sabana Piedra en Villa Altagracia donde estuvo con la Asociación de Agricultores Nuevo Milenio.

Los productores solicitaron financiación por valor de 5 millones para adquirir insumos y equipos necesarios para producir yautía morada, que les fue aprobada por Medina aunque les requirió llevar la cantidad de miembros a un mínimo de 100 para el desembolso del crédito.

La próxima semana una comisión del Gobierno vendrá a Sabana Piedra para afinar los detalles de la financiación, aunque la presidencia precisó que será a un cinco por ciento anual con dos años de gracia, tiempo que corresponde al período que les costará a los productores obtener su primera cosecha.