Nueva York. Un joven rabino de Connecticut (EE.UU.) dijo hoy que devolvió a su legítima propietaria los 98.000 dólares que encontró embutidos en el interior de un escritorio de segunda mano, al considerar que era su deber y lo que determina la ley judía.

Dólares



En declaraciones a la cadena local WTNH, el rabino Noah Muroff, que es maestro en una escuela judía de New Haven (Connecticut), explicó que encontró el dinero en efectivo dentro de una bolsa de plástico cuando desmontó el mueble para hacerlo entrar en el estudio de su hogar.

«El escritorio no pasaba por la puerta por apenas un centímetro», indicó Muroff, quien, al retirar los cajones junto a su esposa, encontró una bolsa de plástico detrás de estos en la que había 98.000 dólares en efectivo.



La pareja, que había adquirido el mueble de segunda mano en septiembre en el popular portal de compra-venta y alquileres Craiglist por 150 dólares, no dudó un instante en decidir cuál era el proceder correcto.

«Mi mujer y yo nos miramos el uno al otro y dijimos: ‘No podemos quedarnos este dinero'», explicó el rabino, por lo que llamó a la señora a quien había comprado el mueble, que en el momento de la transacción le explicó que ella misma lo había montado tras comprarlo en unos grandes almacenes.

Según la anterior propietaria del mueble, el dinero procedía de una herencia y lo había estado buscando «por toda la casa» sin recordar que estaba en el escritorio.

Al día siguiente, el rabino, junto a su esposa y sus cuatro hijos, se encontró con la señora y le devolvió el dinero.

«Deberían aprender de esto», indicó el rabino en referencia a sus hijos, para añadir que «la ley judía requiere, por lo general, devolver los objetos encontrados a su legítimo propietario».

La anterior dueña del escritorio escribió en agradecimiento una carta en el blog de noticias judío «Vos Iz Neias», en la que aseguró que no tenía suficientes palabras para agradecer la honestidad e integridad de Muroff.

«No creo que mucha gente en este mundo hubiese obrado como lo hizo usted. Me gusta creer que aún hay buenas personas en este mundo loco en el que vivimos y usted es, a ciencia cierta, una de ellas», escribió la mujer, que pidió que su identidad no fuese revelada.