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Londres.- Un británico que se puso unos implantes mamarios por una apuesta hace 17 años ahora no puede vivir sin ellos, al considerarlos que ya forman parte de su cuerpo, informa el diario «The Daily Mail».



De acuerdo con el diario inglés, Brian Zembic se propuso en 1996 ganar 100.000 dólares en una insólita apuesta, implantarse prótesis mamarias para conseguir que sus pechos fueran similares a los de una mujer.

Y casi 20 años después, Zembic se niega a despojarse de sus pechos artificiales porque considera que forman ya parte de su vida y no ve motivo por el que acudir de nuevo al quirófano.