Santo Domingo. El Observatorio Político Dominicano (OPD-FUNGLODE) publicó hoy una investigación que analiza las tendencias sobre la cantidad de partidos y la competitividad del sistema de partidos dominicano, a propósito del reciente informe del Center for Strategic and International Studies (CSIS) de Washington, que cuestionó si República Dominicana se estaba convirtiendo en un Estado de partido único.

Leonel y Miguel



El estudio cita las palabras del reconocido politólogo italiano Giovanni Sartori cuando afirma: «Partido único significa exactamente lo que dice: solo existe, y solo se permite que exista, un partido. Eso se debe a que ese partido veta, tanto de jure como de facto, todo tipo de pluralismo de partidos». En ese sentido, contrario a lo que sugirió el informe del CSIS, los resultados de la investigación plantean que en el país no existen indicadores que sostengan el cuestionamiento de la entidad.

«Esta no solo no es la realidad en República Dominicana, sino que argumentar la posibilidad de que el sistema político dominicano retroceda a ese estado no encuentra fundamento ni en las tendencias que reflejan los indicadores que utiliza la Ciencia Política ni en la historia sociopolítica de los últimos treinta y cinco años», puntualiza el análisis.



El estudio critica que “el artículo de Carl Meacham, de la CSIS, no solo no da respuesta alguna a la pregunta que se plantea. Tampoco, en ninguna parte define lo que asume como un one-party State (Estado de partido único)”.

“La ausencia de una definición en el artículo de Meacham, la falta de referencia a casos que se ajusten al término empleado (one-party State) y por ende, a las características que darían forma al concepto, hacen que una réplica directa al artículo implique sumergirse en la misma ambigüedad semántica”, agrega.

La investigación del OPD, realizada por Omar Alejandro Pérez,coordinador de la Unidad de Partidos Políticos, también se enmarca en las múltiples discusiones en círculos políticos, comunicacionales y académicos,respecto al número de partidos en República Dominicana y sus tendencias.

En 2011, en el marco de los análisis del “Proyecto de ley de partidos y agrupaciones políticas” sometido por la Junta Central Electoral al Congreso Nacional, algunos dirigentes partidarios sostuvieron que los requisitos previstos para los partidos obtener y mantener el reconocimiento legal tendían a establecer en el país un sistema bipartidista.

Asimismo, de cara a las elecciones presidenciales de 2012, sectores políticos y algunos renombrados académicos fueron más lejos y dieron la “voz de alarma” de que si el PLD triunfaba en esas elecciones, el país se encaminaría a una dictadura de partido.

Tendencias del sistema de partidos dominicano

La investigación del OPD-FUNGLODE analizó, en base al esquema Sartori,los principales indicadores verificables del sistema de partidos políticos dominicano relacionados con su número y competitividad, y encontró que el electorado dominicano se muestra mucho más estable que en años anteriores, lo que a su vez, “constituye un reflejo de la estabilidad del sistema de partidos”.

Igualmente, constató que la evolución del número efectivo de partidos, tanto calculado a partir de las alianzas como de los partidos individualmente, muestra que los movimientos en el sistema no se alejan del pluralismo. Asimismo, identificó que las dos mayorías legislativas consecutivas del PLD aun no son señal suficiente para considerarlo ni siquiera como partido predominante y verificó que las elecciones presidenciales muestran un aumento progresivo de la competitividad electoral, en tanto que las elecciones son cada vez más reñidas.

La investigación destaca que las tendencias encontradas muestran que en República Dominicana no cabe hablar de un cambio en el sistema político que lleve a la desaparición de partidos relevantes, ni siquiera la situación de crisis interna que ha experimentado el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

“El PRD, más temprano que tarde, se ha recuperado de todas sus crisis, siendo capaz de retornar al poder. Lo hizo tanto con la salida de expresidentes del partido, como de expresidentes de la República (Bosch y Majluta). Por eso, no llamaría a sorpresa que ese partido vuelva a presentar una recuperación vertiginosa, pues la tendencia que ha mostrado en los últimos procesos electorales apunta a que, con giro al consenso, ese partido tiene buenas probabilidades”, pondera el análisis.

En tal sentido afirma que “Las crisis del PRD no han generado una disminución en la fragmentación del sistema de partidos. En 1990, por el contrario, el PLD tuvo un virtual empate con el PRSC. De hecho, el PLD fue el partido más votado, el PRSC se impuso con el aporte de los aliados, dando paso a una de las elecciones más reñidas de la historia, con un margen de victoria de 1.26 %”, resalta el estudio.

Finaliza el estudio sosteniendo que: “Aunque los partidos son fuertes ?y esto es un indicador de estabilidad democrática?, se hacen necesarios mecanismos para reducir cada vez más la incidencia de la denunciada presencia de prácticas clientelares y la corrupción administrativa en la vida política. A la vez, se necesitan mecanismos que propendan a garantizar la democracia interna de los partidos. En ese orden, una ley de partidos políticos con las cláusulas correctas es hoy de suma importancia”.

Vea el análisis completo bit.ly/1bPTiQ3