estudiante viejo

 

Dicen que la juventud se desperdicia en los jóvenes. ¿Estás perdiendo la tuya?



1. No viajar cuando tuviste la oportunidad. Viajar se vuelve infinitamente más difícil a medida que creces, especialmente si tienes familia y tienes que pagar el viaje a otros además de ti mismo. 

2. No aprender otro idioma. 



3. Quedarte en una mala relación. Nadie que alguna vez sale de una mala relación mira hacia atrás sin querer haberlo hecho antes.

4. No ponerte protector solar. Las arrugas, lunares y el cáncer de piel en gran medida se pueden evitar si te protegés.

5. Perderte la oportunidad de ver a tus músicos favoritos.

6. Tener miedo de hacer cosas. Al mirar atrás, vas a pensar: «Por qué tenía yo tanto miedo?»

7. No hacer del ejercicio una prioridad. Muchos de nosotros pasamos el mejor momento de nuestras vidas en el sofá. Cuando se llega a los 40, 50, 60, y más allá, sueñas con lo que podrías haber hecho.

8. Dejarte definir por los roles de género. Pocas cosas son tan tristes como una persona vieja diciendo: «Bueno, lo que pasa es que eso no se hacía en ese entonces.»

9. No renunciar a un trabajo malo. Hay que pagar las cuentas. Pero si no tienes un plan para mejorar tu situación, es posible te despiertesun día después de haber pasado 40 años en el infierno.

10. No esforzarte más en la escuela. No se trata sólo de que tus notas juegan un papel en determinar dónde terminarás en la vida. Con el tiempo te vas a dar cuenta de lo lindo que era pasar todo el día nada más que aprendiendo, y desearás haber prestado más atención.

11. No darte cuenta de lo hermoso que eras. Muchos de nosotros pasamos nuestros jóvenes descontentos con la forma en que nos vemos, pero la realidad es que es cuando estamos en nuestra etapa más hermosa.

12. Tener miedo de decir «Te amo».

13. No escuchar los consejos de tus padres.

14. Pasarte la juventud centrado en ti mismo. Te vas a avergonzar de esto.

15. Dar demasiada importancia a lo que piensan los demás.

16. Seguir los sueños de los otros antes que los propios. Apoyar a los demás es algo hermoso, pero no cuando implica que tu nunca brilles.

17. No salir adelante con la suficiente rapidez. Los ancianos recuerdan los largos períodos dedicados a recoger sus propios pedazos del piso nada más que como una pérdida de tiempo.

18. Guardar rencores, especialmente con aquellos que amás.

19. Nunca actuar delante de los demás. Esto no es un lamento para todos, pero muchas personas mayores desean haber conocido lo que se siente estar de pie delante de una multitud y mostrar sus talentos.

20. No hacer suficiente voluntariado. Llegar al final de tu vida sin haber contribuido a hacer del mundo un lugar mejor es una gran fuente de tristeza para muchos.

21. Descuidar tus dientes. Cepillate. Usa hilo dental.  chequeos regulares. Todo parece tan enloquecedoramente fácil cuando tienes tu dentadura…

22. Perderte la oportunidad de hacerles preguntas a tus abuelos antes de que mueran. Ellos te pueden explicar de dónde vienes, pero sólo si les preguntas a tiempo.

23. Trabajar demasiado. Nadie en el lecho de muerte desea haber pasado más horas en la oficina. Siempre se desea haber estado más con la familia, los amigos y haciendo lo que te gusta.

24. No aprender a cocinar una comida increíble.

25. No detenerte lo suficiente para apreciar el momento. 

26. No poder terminar lo que empezaste. «Tenía grandes sueños de ser enfermera. Incluso me inscribí en la facultad, pero después…»

27. No saber hacer un truco impresionante para una fiesta. Vas a ir a cientos, si no a miles de fiestas en tu vida. ¿No sería genial ser la alegría de todas?

28. Dejarte definir por las expectativas culturales. No dejes que te digan: «Nosotros no hacemos eso».

29. Negarte a dejar que la amistad siga su curso. Las personas crecen separadas. Aferrarse a lo que fue, en lugar de reconocer que las cosas han cambiado, puede ser una fuente de agitación continua y tristeza.

30. No jugar con tus hijos lo suficiente.

31. Nunca tomar un gran riesgo (sobre todo en el amor). Saber que diste un salto de fe al menos una vez -incluso si te caíste de bruces- será un gran consuelo cuando seas viejo.

32. No tomarte el tiempo para desarrollar tu red de contactos. Esto puede parecer un montón de basura cuando sos joven, pero más tarde se convierte claramente en una de las principales maneras de conseguir muchos trabajos.

33. Preocuparte demasiado. Como cantaba Tom Petty, «La mayoría de las cosas que me preocupan nunca suceden de todos modos».

34. No pasar suficiente tiempo con tus seres queridos.

35. No ser agradecido antes.



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