Santo Domingo. Bélgica Adela, hermana y única superviviente de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas hace 53 años por su oposición al dictador dominicano Rafael Trujillo, fallecida hoy a los 88 años, se destacó por la lucha en honrar la memoria de sus conocidas hermanas y por vivir sin rencor.

Dede Mirabal



En una entrevista con EFE en 2010 con motivo de los 50 años de la muerte de sus hermanas, «Dedé» explicaba que no olvidaba el asesinato de las tres heroínas, pero tampoco estaba «llena de rencor, ni odio, ni venganza» hacia los culpables.

«Dedé» se ha encargado todos estos años de preservar la memoria de las llamadas «Las Mariposas» a través de la Casa Museo Hermanas Mirabal, fundada en 1994 en la localidad de Conuco, donde las hermanas pasaron sus últimos meses.



En su casa de la localidad de Ojo de Agua (norte del país), cuna de las Mirabal, «Dedé», rememoró con EFE el cruento asesinato de sus hermanas y la del chófer Rufino de la Cruz la noche del 25 de noviembre de 1960 cuando las heroínas regresaban de visitar a sus esposos presos en Puerto Plata.

Caracterizada hasta el final de sus días por una memoria envidiable, recordó que aquella noche estaba desesperada por el retraso de sus hermanas, que tenían previsto llegar hacia las ocho a su casa en Ojo de Agua, en la ciudad de Salcedo, declarada en 2007 Provincia Hermanas Mirabal.

En medio de la incertidumbre familiar «mandaron a un alcalde pedáneo a informarnos que pasemos por la comisaría que las muchachas habían sufrido un accidente», recordó Mirabal, quien presentía de que algo grave había sucedido a sus hermanas.

Una vez en la sede de la comisaría confirmó la tragedia y se puso «como loca, como si no estuviera en este mundo» mientras sacudía a los policías y les decía: «convénzanse de que fue un asesinato. Porque sabía que iban a decir que fue un accidente».

Las Mirabal y su conductor fueron asesinados a golpes y sus cadáveres depositados después en el vehículo, que fue lanzado por un barranco para hacer creer que se trataba de un accidente.

Desde ese día crió con pundonor a los seis hijos de sus hermanas en la misma casa en la que nacieron todas ellas y no cejó, cada vez que le fue posible, de honrar la memoria de sus hermanas en cuya memoria se instauró, por parte de la ONU, el 25 de noviembre como el Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.

El país lloró hoy la muerte de quien estimaban y querían tanto como a sus conocidas hermanas.

Este asesinato conmovió al pueblo dominicano y aumentó el rechazo a la dictadura de Trujillo, asesinado el 30 de mayo de 1961 cuando, en compañía de su chófer, se trasladaba a su natal San Cristóbal (sureste).

«Dedé» era una mujer sencilla madre del ministro de Deportes y exvicepresidente Jaime David Fernández Mirabal, y de quien muchos destacan su sencillez.

Un ejemplo de la misma era el hecho de que en numerosas ocasiones viajaba hasta Santo Domingo en un autobús de línea en vez de hacerlo en coche con chófer.

El procurador general de la República Dominicana, Francisco Domínguez Brito, expresaba hoy en su cuenta personal de la red social twitter el sentir general «incluso la lluvia se siente como un merecido homenaje al legado y la vida de una mujer extraordinaria: hasta siempre».

También en su cuenta oficial de la red social twitter, la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández aseguró que «Dios da la bienvenida al alma de Dedé con lluvia, para decirnos que ha volado alto, junto a Él, con la gracia de las mariposas».

Era «sinónimo de amor, dulzura, fuerza y temple. Fue ejemplo de madre para todas las madres. Vivirás por siempre en nuestros corazones», agregó.

Dedé» Mirabal murió a consecuencia de problemas respiratorios por los que llevaba ingresada varios días en un centro de la capital dominicana, según informaron fuentes médicas.

El cuerpo de Mirabal será velado mañana en una funeraria de la capital y será trasladada al día siguiente a localidad natal de Salcedo. EFE