Un hombre extremadamente delgado cuyo barco naufragó en un atolón del Pacífico afirma haber partido de México en 2012 y haber estado a la deriva durante 16 meses. Su compañero de infortunio no sobrevivió, según ha señalado este viernes.

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El hombre, de largos cabellos y poblada barba, fue descubierto ayer cuando su barco de 7 metros, equipado con motores sin hélice, fue visto por los habitantes del atolón Ebon.

«No se encuentra en buen estado físico, pero se está recuperando», ha señalado a la agencia AFP en una conversación telefónica Ola Fjeldstad, un estudiante noruego de antropología que lleva a cabo una investigación en el atolón.



El hombre tiene la tensión baja, pero no parece estar en peligro. Puede caminar.

«Le dimos mucha agua, retomó fuerzas», ha añadido Fjeldstad, precisando que el «barco está muy dañado, parece haber permanecido mucho tiempo en el agua».

El náufrago, vestido únicamente con ropa interior usada, afirma haber abandonado México y haberse dirigido hacia El Salvador en septiembre de 2012 con un compañero, muerto en el mar hace muchos meses en circunstancias aún desconocidas. Habría recorrido de ser así más de 12.000 km.

Los detalles de su periplo siguen siendo un misterio ya que no habla más que español. Su nombre sería José Ivan.

Habría sobrevivido comiendo tortugas, aves y pescado y bebiendo sangre de tortuga cuando no llovía.

No se ha encontrado ningún material de pesca a bordo del barco y Ola Fjeldstad cree que tuvo que atrapar a sus presas con sus propias manos. Tenía una tortuga en el barco a su llegada al atolón.

El hombre fue conducido hasta la isla principal de Ebon, que forma parte de las Islas Marsahll, para reunirse con el alcalde Ione de Brum. Este último avisó al ministerio de Asuntos Exteriores en la capital Majuro.

José Ivan debería haber sido conducido hasta allá pero el único avión gubernamental capaz de posarse sobre Ebon, un aislado atolón dotado de una sola línea telefónica, sin internet, se encuentra actualmente en mantenimiento. Debería estar de servicio el martes y los responsables locales estudian repatriar al náufrago por mar.

En agosto de 2006, tres pescadores mexicanos de tiburones fueron encontrados cerca de las Islas Marshall tras nueve meses a la deriva a bordo de una embarcación sin techo de nueve metros por tres.

Al mes siguiente, cuatro pescadores de Micronesia, que quedaron a la deriva durante 34 días en el Pacífico y recorrieron más de 1.500 kilómetros, fueron socorridos cerca de las mismas islas Marshall. Los rescatados, tres hombres y una mujer, sobrevivieron con pescado crudo y agua de lluvia.

En 1992, dos pescadores de Kiribati estuvieron a la deriva durante 177 días antes de llegar a Samoa.

Las islas Marshall, en el Pacífico norte, cuentan con 60.000 habitantes que viven en 24 atolones, de los que la mayoría no sobrepasan los dos metros sobre el nivel del mar y temen quedar sumergidos por el cambio climático.


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