En los últimos meses los ganaderos del municipio de Higüey se han visto atropellados en múltiples ocasiones por una banda que intenta apoderarse de los terrenos de estos, en los cuales los ganaderos llevan a cabo sus actividades de ganadería y producción de leche. Pero más específicamente se destaca el caso de la Dra. Fidelina A. De Soto Julián, quien por cuarta vez ha sido blanco de personas que invaden ilegalmente su finca ganadera, ubicada en  la Parcela 84, D.C. 5 del Municipio de Higüey en la sección El Cerro, la cual posee y  ha mantenido por más de 25 años junto a sus hijos y empleados, donde han destruido las empalizadas, tumbado árboles y en una última instancia separando terrenos.

Vacas



Los cabecillas de estas ocupaciones son un tal «Marinito», que se sindica como dirigente campesino y un tal «Tizón», quienes han realizado intentos de invasión e invadido otras fincas ganaderas de la Zona. Estos cabecillas, junto a unos cinco (5)invasores,fueron retirados del terreno en múltiples ocasiones, en primeras instancias por los ganaderos vecinos, en apoyo de la Asociación de Ganaderos de Nisibón (AGANI); sin embargo los invasores siguieron insistiendo en tres (3) ocasiones más, en una de estas fueron sacados del terreno por la Policía de Higüey, pero no fueron apresados y los liberaron en el mismo camino de El Cerro, sin tomar datos o nombres de ninguno de los invasores.

En el último intento de invasión, el miércoles 5 de febrero,los invasores se presentaron en un grupo de unas cincuenta (50) personas, e iniciaron la construcción de casas de maderas. Al momento de la señora Fidelina De Soto (quien vive en Santo Domingo) enterarse de la situación, pide ayuda de la Policía de Higüey, quienes niegan sus servicios. Dada la situación de agresión de los invasores, quienes amenazaron con quemar la casa donde habita el empleado de la Sra. De Soto, esta decide transportarse a su finca ganadera ese mismo día y al llegar a su propiedad encuentra a los invasores levantando una casa de madera dentro de la misma, casa a la cual intenta dirigirse para controlar la situación en compañía del Presidente de AGANI, Manuel Eusebio Castillo y otro ganadero, el Sr. Nery Castillo,  no obstante son atacados por los invasores y uno de estos arremete contra la señora Fidelina a martillazos, dándole golpes en la cara y la cabeza.



La señora Fidelina, golpeada y sangrando por la cabeza, se dirige a la ciudad de Santo Domingo, donde reside, para ser atendida por los médicos y realizar las denuncias por los medios de radio y televisión. A una de estas denuncias, realizada en el gobierno de la tarde en la Z101, le responde el Coronel de la Policía de Higüey, diciendo que se entregue a las autoridades por el daño causado al agresor.

Es lamentable ver como esta señora es atropellada, agredida y golpeada por los invasores en su propia finca ganadera, donde su familia ha realizado actividades de mejora de ganado y lechería desde hace más de 100 años, y de repente aparece esta banda de invasores para apropiarse de lo que nunca ha sido de ellos, y una “justicia” que castiga a quien tiene sus derechos y títulos, y favorece (por decisiones de este Coronel) al ladrón y agresor.