Por Miguel Cruz Tejada de El Nuevo Diario

Numerosos dominicanos fueron arrestados y acusados en un grupo de 70 detenidos que según las autoridades, se dedicaban a promover y organizar peleas de gallos con apuestas en tres condados de Nueva York. Las peleas de gallos, están prohibidas en los 50 estados de Estados Unidos y en algunos de ellos, la práctica se considera brutal y un delito grave.
Dominicanos



Los imputados cayeron en la «Operación Gallo Bravo» encabezada por la Unidad Contra el Crimen Organizado de la Procuraduría General del Estado, la Asociación de Protección Animal (ASPCA) y agencias municipales y estatales de la ley, entre estas, departamentos de policías de las demarcaciones en las que se ejecutaron las redadas y los arrestos.

Los investigadores dijeron la noche de ayer domingo que 70 sospechosos fueron detenidos y 3.000 gallos confiscados durante el operativo.



Entre los detenidos a los que se acusa de ser parte de los jefes de los promotores y organizadores de las peleas de las aves y las apuestas ilegales, figuran los hermanos Manuel y José Menéndez Cruz, quienes estaban a cargo de una finca comercial que había sido cerrada en el suburbio Plattekill, Noel Castillo, Francisco Suriel, Orlando Bautista y Edward Medina.

Los últimos cuatro, fueron detenidos en Queens y se les acusa, entre otros delitos graves de crueldad animal, apuestas ilegales y varias violaciones que se les sumarán a los cargos actuales.

El Fiscal General del Estado, Eric Schneiderman dijo que los gallos, 65 de los cuales fueron rescatados en Queens, están en condiciones físicas deplorables, lo que revela la naturaleza de los abusos a los que esa aves eran sometidas por los sospechosos y la brutalidad con la que se les trataba.

En la finca de Plattekill en el condado Ulster, los gallos habían sido entrenados para las peleas y eran mantenidos en cautiverios, siendo frecuentemente usados en las galleras.

Más de 3.000 gallos fueron encontrados en esa finca, dijeron las autoridades. Los 65 gallos, tenían las espuelas naturales cortadas, los dientes metálicos acoplados en sus bocas.

«Estas redadas han abierto una nueva ventana en la subcultura ilícita de las peleas de gallos, que ha persistido en Nueva York a pesar de que fueron reprimidas en el pasado», señaló el fiscal estatal.

«Esta investigación, ilustra la prevalencia de peleas de gallos en los Estados Unidos, su naturaleza brutal y el vínculo con otras actividades ilegales», agregó el funcionario judicial.

La investigación duró varios meses y las redadas comenzaron silenciosamente con más de 70 agentes encubiertos se apostaron en las inmediaciones del elevado de la parada del tren J en Jamaica (Queens) a la espera de que los apostadores llegaran el sábado en la noche.

Los clientes, observados por los policías, pagaron una entrada de $40 dólares por cabeza y entraban al sótano, donde había un «ring» circular improvisado y varios gallos en sacos, listos para las peleas.

Los espectadores estaban disfrutando de una de las peleas, cuando fueron sorprendidos por un contingente de agentes estatales, el Departamento de Seguridad Nacional y oficiales de ASPCA, que descendieron a la escena, interrumpiendo el espectáculo y arrestando a todo el que se encontraba en el sótano.

«La brutalidad que está asociada con estas peleas, es sorprendente», dijo Matthew E. Bershadker, presidente de ASPCA . «Si usted tiene un alma y una conciencia, sabe inmediatamente que se trata de una acción vil, porque esos animales sufren terriblemente», añadió Matthew.