SAN JUAN, Puerto Rico.- Una mujer confinada de por sí tiene muchos estigmas sociales, pero, si encima es inmigrante, su camino es más difícil.

Yaneisy Paredes



Yaneisy Paredes tiene 26 años y es dominicana. Viajó cuando tenía 14 años a Puerto Rico y, desde entonces, ha vivido aquí sin un estatus migratorio legal. Fue hace dos años que Yaneisy enfrentó problemas con la justicia por robar cobre, ya que era adicta a varias sustancias controladas.

“Caí presa. No sabía que estaba embarazada y me enteré en la cárcel”, relató a Metro Yaneisy, quien cumplIió su sentencia en el Hogar Intermedio para Mujeres, en Puerta de Tierra, donde pudo tener y vivir en el confinamiento con su hija de un año, Mía Janet.



Gracias a la ayuda de los trabajadores sociales del hogar, que conversaron con agentes de migración para hablarles sobre la recuperación de Yaneisy, la mujer podrá permanecer en el país con una visa de trabajo y será empleada en una finca de Isabela.

“Hoy (sábado) se fue para un recurso de amparo en Isabela. Le van a dar oportunidad de quedarse, pero le van a poner un monitor electrónico y tendrá que ir continuamente a las citas”, dijo la trabajadora social encargada del hogar, Lourdes Rodríguez.

“Quiero recuperar a mis hijos y trabajar para darles un buen futuro. Me encantaría visitar a mi familia, pero quiero quedarme aquí”, expresó Yaneisy.

Fuente: METRO