Por Julia Ramírez del Caribe

Cristian Pozo (a) El Matatán es para las autoridades del Ministerio Público un reconocido cabecilla del microtráfico de drogas en San Cristóbal, pero para sus conocidos “es una persona responsable, alegre, humilde, amable, educada y sobre todo dadivosa”.



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Tras ser apresado y enviado a prisión preventiva por tráfico de drogas y lavado de activos se identificaron varias de sus propiedades: el súper colmado “Over Time”, administrado por su hermano, Nelson Pozo, un almacén de cervezas y billar que tiene grabado el nombre de “Pozo Mujica y asociados”, conocido como “El Matatán de las frías”, y una residencia donde vive con sus familiares.



“Se han dicho cosas que en realidad no son así. De aquí solo se llevaron una 12 (escopeta) y un celular”, expresó una cuñada de Pozo. Desde dentro de la residencia, con cámara de seguridad, continuó diciendo que el procesado tiene negocios, vendía arroz y cerveza.

El inmueble ubicado en la urbanización J.V. Sante I, en las afueras del pueblo. Su esposa se encontraba en la residencia, pero se negó a dar detalles de lo ocurrió. Su silencio en nada se asemeja a los locuaces moradores del barrio Las Flores, en San Cristóbal, donde operaba el negocio de bebidas y el billar.

Ayudaba y repartía canastas

Quienes saben de Cristian no pierden la oportunidad para defenderlo y resaltar lo dadivoso que era, incluso acostumbraba a repartir canastas navideñas.

“Si una persona estaba enferma él la ayudaba y le compraba la medicina”, comentan. Al igual que los motoristas que se ubican frente al negocio “Over Time” en el sector Los Novas, en Las Flores, sienten que han perdido quien los ayudaba a sustentarse económicamente de manera directa o indirecta. Unas diez personas trabajaban en el almacén-billar y mantenían a sus hijos con los ingresos que percibían, mientras que en el colmado no se le negaba arroz o algún alimento a nadie por falta de dinero, dicen.

“Yo lo vi nacer y nosotros no tenemos quejas de él aquí; él no ha hecho nada, no nos hizo daño a ninguno”, dice Olga Calderón. No titubean para decir cosas positivas del presunto traficante, pero se detienen a pensar cuando se les pregunta sobre la forma en que adquirió su fortuna. “Tú sabes lo que nosotros nos fajamos para ayudar a ese hombre hacer eso ahí, echando día. Él empezó de abajo”.

Frente al negocio de dos pisos señalan que una casa de tabla pintada de azul era la residencia materna de Cristian, cuya madre está muerta. En Las Flores (Armando Nivar parte atrás), piden a las autoridades investigar a profundidad el caso, sin cometer abusos.

Además de las propiedades mencionadas, a Pozo alegadamente se le ocupó la mercancía de una tienda de ropas “De Rosa Ropa Linda”, un local comercial por valor de seis millones de pesos en la calle Jacinto Peinado y, según se supo, se inmovilizaron varias cuentas bancarias una de ellas con cinco millones de pesos.

En los alrededores de los negocios nunca vieron nada extraño ni dentro ni fuera. “Aquí no vendían drogas, ese es un pulmón del barrio”, grita un motorista frente al negocio Over Time.