Por Carola SOLÉ

MÉXICO. La fiscalía general de México mostró este martes pruebas de identidad hechas a Joaquín «El Chapo» Guzmán, el narcotraficante más poderoso del mundo, luego que su detención el sábado generara suspicacias en parte de la sociedad local, que aún duda que la caída de otros capos fuera cierta.



Chapo

Sirviéndose de radiografías comparativas de sus huellas dactilares o de fotografías del narco sometiéndose a una prueba genética de raspado bucal, los jefes de peritos de la fiscalía corroboraron ante la prensa que la persona detenida el sábado en un condominio de apartamentos en Mazatlán (noroeste) es efectivamente el poderoso líder del cártel de Sinaloa.



«De las especialidades científicas y técnicas en materia de genética, identificación fisionómica y dactiloscopia forense (…) se concluye en forma positiva la identidad de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera», afirmó Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía).

Con túnica blanca, Sara Mónca Medina Alegría, la coordinadora de servicios periciales de la PGR, fue detallando las pruebas hechas a «El Chapo»: desde el raspado bucal para corroborar su perfil genético, que fue comparado con el de «familiares cercanos», hasta un cotejo de los rasgos faciales de una fotografía actual con otra que le fue tomada durante su detención en 1993, así como el escáner de sus diez huellas dactilares.

«Aunque la persona haya tenido algún tipo de cirugía, siempre vamos a manejar índices idénticos», señaló la investigadora durante el mensaje a medios, en el que no se admitieron preguntas.

Durante la proyección de las imágenes en una pantalla gigante, además de mostrar a este criminal considerado por la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo, con la boca abierta mientras era explorado también se pudo ver al narcotraficante, que no completó la primaria, rellenando unos documentos con letra infantil.

– «El Chafa» o «El Chapo» –

Según una encuesta que circuló este martes en medios de la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica hecha telefónicamente a 800 personas, un 40,7% de los mexicanos cree que el detenido el sábado no es «El Chapo».

De hecho, en las redes sociales empezaron a circular ese mismo día fotos comparativas de la estatura, las orejas o la nariz del detenido el sábado -al que llamaron «El Chafa» (falso)- con las fotos de «El Chapo» de 1993, cuando fue preso en una cárcel de máxima seguridad de la que se fugó en 2001.

El procurador Jesús Murillo Karam explicó que las autoridades decidieron hacer todas las pruebas de identidad antes de anunciar la captura para estar seguros de que era en realidad Joaquín Guzmán Loera.

El gobierno mexicano tardó varias horas en confirmar la captura el pasado sábado, pese a que funcionarios que pidieron el anonimato de Estados Unidos se adelantaron a difundir la noticia.

El junio de 2012 militares mexicano detuvieron en el estado de Jalisco (oeste) a quien dijeron era Alberto Guzmán Salazar, hijo del «Chapo» Guzmán, pero un día después del arresto, tras aplicarle todas las pruebas, tuvieron que reconocer que se trataba de otra persona.

Sin embargo, el escepticismo de parte de la población no es gratuito y se repite cada vez que se anuncia la baja de un capo.

Numerosas versiones circulan, por ejemplo, sobre el destino de grandes narcotraficantes.

Mientras el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) dio por muerto en 2010 al capo Nazario Moreno «El Chayo» sin mostrar pruebas de ello, los autodefensas de Michoacán (oeste) aseguran que sigue vivo y dirigiendo al cártel de Los Caballeros Templarios.

También, se ha dudado de que el legendario Amado Carrillo Fuentes, «El señor de los cielos» del cártel de Juárez, falleciera como se dijo oficialmente durante una cirugía plástica en un hospital de Ciudad de México en 1997.

Vladimir Aguilar, integrante del izquierdista y opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró el fin de semana que había testigos de que el capturado era en realidad un hombre de apellido Chávez que «nada tiene que ver con el crimen organizado» y dijo que sería una sorpresa que se tratara de «El Chapo» pues, según Aguilar, lo habría capturado el presidente «que recibió su apoyo para llegar al poder».

AFP