Estados Unidos advirtió el miércoles a Rusia en la ONU que lo ocurrido en Crimea “no puede repetirse en otras partes de Ucrania”, precisando que estaba listo para tomar medidas adicionales en caso de que la “agresión” rusa continúe y acusando a Moscú de “ladrón”.

Samantha Power



“Lo que ocurrió en Crimea no puede repetirse en otras partes de Ucrania”, advirtió la embajadora estadounidense Samantha Power en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, convocada tras el referéndum celebrado en la península ucraniana y la decisión de Rusia de incorporar ese territorio.

“Un ladrón puede robar algo, pero eso no le confiere el derecho de propiedad al ladrón. Lo que ha hecho Rusia es erróneo en materia de derecho, erróneo en materia de historia, erróneo en materia de política y peligroso”, dijo Power en la reunión celebrada en Nueva York.



Según la responsable estadounidense, la crisis en Ucrania fue provocada por “las ambiciones de un país de redibujar sus fronteras”.

En respuesta a la acusación de “ladrón” lanzada por Washington, el embajador ruso Vitaly Churkin señaló que “esos insultos” dirigidos a su país eran “inaceptables”.

“La señora Power debe entender eso si la delegación de Estados Unidos desea nuestra cooperación en otros temas del Consejo de Seguridad”, advirtió.

Churkin afirmó además que el referéndum celebrado el domingo fue “la expresión de libertad del pueblo de Crimea” y volvió a acusar a Kiev y a los países de occidente de ser los responsables de la situación actual.

Trece de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU apoyaron el sábado un proyecto de resolución estadounidense que condenaba el referéndum en Crimea, pero Rusia opuso su veto bloqueando la adopción del texto. China se abstuvo.

En medio de los esfuerzos de la comunidad internacional para buscar una salida pacífica a la crisis, el secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, viajaba este miércoles a Rusia para reunirse el jueves con el presidente Vladimir Putin.

Además de con Putin, Ban Ki-moon se reunirá en Moscú con el canciller Serguei Lavrov y otros responsables, y el viernes estará en Kiev para entrevistarse con las autoridades ucranianas, según un comunicado oficial.

Crimea, de unos dos millones de habitantes, en su mayoría de origen o habla rusos, había sido cedida por Rusia a Ucrania en 1954, cuando ambas repúblicas formaban parte de la URSS. Siguió bajo soberanía de Kiev tras la independencia de Ucrania en 1991, pero la flota rusa del Mar Negro conservó su base en el puerto de Sebastopol.

AFP