Publicado en la sección De Buena Tinta de Diario Libre

El gobierno norteamericano o la Embajada o el Consulado debieran explicar mejor lo de la visa a Deguis, pues no se entiende bien el caso. Luce un privilegio, pero no se conoce la naturaleza, ni la razón.



Juliana Deguis Pierre

Conviene que digan más por condescendencia, y evitar confusión en un país de expertos. El norteamericano no lo sabe, pero nadie es más audaz que el dominicano que habla o escribe de lo que ignora. Discurre con conceptos propios, e impone nociones.



Como viajero frecuente y universal, el dominicano conocía de geografía y de leyes, y por experiencia, que se podía viajar sin visa a ciertos países. Dominicana, por ejemplo, tiene acuerdos con otras repúblicas para liberar del permiso de entrada a sus nacionales, sobre base de reciprocidad.

Lo nuevo y sorprendente es lo de Deguis, que consiguió visa sin tener pasaporte o papeles de identidad. Hasta ahora era necesario el documento, o en su defecto, una carta de ruta.

Como era lógico, no viajó, y el gobierno dominicano o alguna de sus dependencias cargará con el «desafuero». Aunque queda como inquietud lo que podría convertirse en hecho principal: ¿Estados Unidos, con la visa, quiso ayudar o fastidiar?