LONDRES. Las parejas homosexuales de Inglaterra y Gales podrán casarse a partir de la medianoche del viernes, cuando entre en vigor una ley que culmina décadas de lucha por disfrutar de los mismos derechos que el resto.

Matrimonio gay



El juicio por indecencia que arruinó la vida del escritor Oscar Wilde queda muy atrás y en los últimos años se aprobaron leyes que permiten a los homosexuales adoptar, y tener relaciones sexuales a partir de la misma -16 años- que los heterosexuales.

«Cuando a los 20 años revelé que era homosexual, en 1983, la edad para mantener relaciones era 21. Mi primera relación sexual fue con otro hombre de 20 años, y podíamos haber acabado en la cárcel», explicó Matthew Toresen, un asistente social de Northampton, en el centro de Inglaterra.



«Pasar de eso a poder casarse, pasa una vez en la vida… Nunca imaginé que llegaría el día».

Toresen, de 51 años, se casa con Scott Maloney, de 45, el sábado. Ambos estuvieron haciendo campaña durante años por la igualdad de derechos y describen el matrimonio como «el último obstáculo».

Las uniones civiles fueron aprobadas en Inglaterra y Gales en 2005 y permitieron a las parejas homosexuales inscribirse en el registro y disfrutar de los mismos beneficios legales que los demás.

Pero los activistas insistieron en que sólo se conformarían con la plena igualdad, un principio que el gran público aceptó, de modo que, cuando el parlamento aprobó la ley que les permitía casarse, no hubo las grandes protestas que se vivieron en Francia.

La ley tenía el apoyo del primer ministro conservador David Cameron y parte de su partido sí se quejó, pero salió adelante con el apoyo de la mayoría de los laboristas de la oposición y los socios de gobierno liberales.

La Iglesia de Inglaterra, anglicana, también objetó, pero quedó exenta de oficiar las bodas.

— Enviar un mensaje —

Lo consideran un fin de semana histórico y muchas parejas quieren ser las primeras en casarse poco después de la medianoche del viernes, en las primeras horas del sábado.

Entre ellas, la formada por Peter McGraith y David Cabreza, que se declararán «marido y marido» en una ceremona civil en Londres ante su familia, amigos y sus dos hijos adoptivos.

Esperan aprovechar la atención de los medios para enviar un mensaje a aquellos países donde el matrimonio homosexual está muy lejos.

«Hay muchos hombres y mujeres homosexuales en todo el mundo que no están invitados a la fiesta», dijo McGraith, un diseñador de 49 años que se casa con su pareja de los últimos 17 años.

El matrimonio homosexual es legal en 15 países, entre ellos España, Argentina y Brasil. Pero la discriminación persiste, particularmente en Medio Oriente y África.

Teresa Millward, de 37 años, también espera que su boda en Yorkshire, en el norte de Inglaterra, el sábado, sirva para enviar un mensaje a los jóvenes británicos.

«Hay cientos de jóvenes hoy en día que tienen un conflicto personal por revelar que son homosexuales, que tienen vergüenza o creen que la gente los juzgará», dijo Millward a la AFP.

Cuando Millward anunció que era lesbiana, a los 16 años, su Iglesia evangélica creyó que podía «curarla» y la encerró en una habitación durante tres días mientras rezaba por ella.

«Fue bastante horrible. Después de dos días me di cuenta de que tenía que seguir el juego si quería salir de ahí, así que lo hice», narró.

Ahora va a casarse con Helen Brearley, de 50 años, su pareja desde hace 11, con la que tiene una tienda de ropa y regalos para lesbianas (camisetas con eslóganes, etc…).

– Quedan cosas por hacer —

Pese a las bodas, la discriminación y la intolerancia siguen asomando en Gran Bretaña.

En enero, un concejal del UKIP (Partido por la independencia del Reino Unido) fue suspendido por afirmar que las inundaciones que sufrió el país fueron un castigo por la legalización.

Louis Monaco, de 46 años, un psicólogo estadounidense, y Aarron Erbas, un estudiante de 23, contrataron a agentes de seguridad privados para impedir que la familia del último arruine la fiesta.

«A sus padres les molesta que sea homosexual y que se case con alguien más mayor. La policía ha tenido ya que intervenir, y no quiere que nada le arruine el día», explicó Monaco a la AFP.