SLOVIANSK. El primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk acusó este viernes a Rusia de querer desencadenar una «tercera guerra mundial», al apoyar la insurrección separatista en el este y pidió a la comunidad internacional cerrar filas «contra la agresión rusa».

vladimir putin



«Los intentos de agresión del ejército ruso en el territorio de Ucrania provocarán un conflicto en el territorio de Europa. El mundo no ha olvidado la Segunda Guerra Mundial y Rusia quiere desencadenar una tercera guerra mundial», declaró Yatseniuk en Consejo de Ministros.

«El apoyo de Rusia a los terroristas en Ucrania constituye un crimen internacional. Pedimos a la comunidad internacional que se una contra la agresión rusa», proclamó.



Junto a la escalada verbal, Ucrania seguía determinada el viernes a proseguir su ofensiva militar contra los separatistas prorrusos del Este, activamente apoyados según Kiev por Moscú.

«La operación antiterrorista continúa», afirmó el ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov. El gobierno interino de Kiev, prooccidental, califica de «terroristas» a los insurgentes prorrusos que ocupan inmuebles públicos en varias ciudades de las regiones rusófonas de Donetsk y Lugansk, a menudo encapuchados, a veces armados y con uniformes sin insignia.

El ejército ucraniano intentará bloquear a los insurgentes en su bastión de Slaviansk, declaró el viernes el jefe de la administración presidencial, Serguei Pashinski.

«Las unidades ucranianas acaban de lanzar una segunda fase (de la operación), que consiste en bloquear Slaviansk e impedir que lleguen refuerzos», indicó.

Un helicóptero del ejército ucraniano fue alcanzado este viernes por un disparo de lanzacohetes cuando se posaba en el aeródromo de Kramatorsk (este), y el piloto resultó herido, anunciaron las autoridades ucranianas.

– Kerry: un «error que puede costar caro» –

Los vehículos blindados del ejército ucraniano habían lanzado el jueves un asalto contra Slaviansk, antes de retirarse. Kiev afirma que cinco separatistas resultaron muertos en esa operación.

Frente a la ofensiva ucraniana, Rusia amenazó con una intervención militar para defender sus intereses y los de la población de origen ruso en la región. Moscú lanzó además maniobras militares, con participación de su aviación, a lo largo de su frontera con Ucrania.

En conversación con el presidente ruso Vladimir Putin, la canciller alemana Angela Merkel expresó este viernes su «gran preocupación» por la situación en Ucrania.

Washington por su lado acusó a Moscú de «no haber tomado la menor iniciativa» para aplicar el acuerdo de Ginebra, suscrito para reducir la tensión en Ucrania.

«Es un error que puede costar caro», dijo el secretario de Estado John Kerry el jueves por la noche.

Kerry también acusó a Rusia de «realizar desmesurados esfuerzos para sabotear el proceso demócrático mediante una grosera campaña de intimidación» en Ucrania.

Esta exrepública soviética ha convocado una elección presidencial el 25 de mayo para reemplazar al depuesto jefe de Estado Viktor Yanukovich, prófugo ahora en Rusia.

A las palabras de Kerry respondió este viernes su homólogo ruso Serguei Lavrov, quien acusó a Estados Unidos de «difamar a quienes protestan contra las acciones ilegales de las autoridades de Kiev», cuyo objetivo es «excluir a los rusos» y considerarlos como «enemigos que hay que matar».

– Nota degradada a Moscú –

El presidente estadounidense Barack Obama, de visita en Seúl, dijo que su país consultará este viernes con los principales dirigentes europeos sobre posibles nuevas sanciones contra Rusia. El presidente afirmó haber llegado a la conclusión de que Rusia no había hecho nada para aplicar el acuerdo de Ginebra.

Las sanciones internacionales ya adoptadas contra Rusia han provocado la salida de 70.000 millones de dólares en capitales.

La agencia de calificación financiera Standard & Poor’s bajó el viernes la nota de solvencia de Rusia de «BBB» a «BBB-«, y mantuvo su perspectiva «negativa».

«La situación geopolítica tensa entre Rusia y Ucrania podría conducir a salidas suplementarias significativas de la economía rusa tanto de los capitales extranjeros como de los nacionales, y podría asimismo debilitar las perspectivas ya frágiles de crecimiento», anunció la agencia en un comunicado.

AFP