Las esperanzas de encontrar con vida a ocho mineros atrapados en el derrumbe de una mina artesanal, ocurrido el miércoles al sur de Honduras, se alejaban entre los socorristas, aunque un grupo chileno de expertos tenía previsto llegar este sábado.

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Tres de los once de los mineros lograron salir con vida el viernes después de un rescate desesperado en el que los socorristas sacaron tierra y piedras con sus propias manos.

El accidente se produjo al derrumbarse uno de los túneles de las minas de San Juan de Arriba, municipio de El Corpus departamento de Choluteca, 160 km al sur de Tegucigalpa.



«No veo esperanzas de vida, vamos a rescatar cadáveres» dijo a la AFP el geólogo Aníbal Godoy, contratado para rediseñar la estrategia de búsqueda.

Godoy subió a la montaña donde está la entrada de la mina, reducida a poco más de un metro de diámetro por el derrumbe, y se reunió con autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), bomberos y socorristas salvadoreños y Guatemalteco para analizar si utilizaban maquinaria para seguir las excavaciones pero lo descartaron.

– Mal olor en la bocamina –

«La gente (del rescate) tiene que entrar con casco, con botas y lámpara para entrar a rescatar los cadáveres; ya no hay prisa, vamos ir ademando con madera» el techo del túnel para prevenir derrumbes que puedan sepultar también a los rescatistas, explicó Godoy después de la reunión.

Godoy se reunió con otros mineros que conocen los recovecos de los túneles, más de 80 que perforan la elevada montaña boscosa de árboles medianos, para elaborar un mapa de cómo se cruzan entre sí en las profundidades de hasta unos 300 mts.

«Calculamos que están atrapados entre seis y ocho metros» del lugar de donde fueron rescatados los otros tres, dijo Godoy.

El comisionado de Copeco, Moisés Alvarado, explico a la AFP que rescatar con vida a los ocho obreros «es bien difícil porque después de un tiempo el cuerpo humano no soporta la deshidratación».

Un mal olor comenzó a sentirse este sábado en la entrada de la mina, constataron periodistas de la AFP.

«Desde largo se siente el mal olor a cadáver», dijo Rafael Maradiaga, quien trabaja en la mina en la sección de suministro de materiales, como piochas, palas y dinamita que utilizan los trabajadores.

«No vamos a dejarlos allí, necesitamos de las personas que se sientan capaces; pero nadie va a trabajar más de ocho horas», instruyó Godoy a los socorristas.

Los tres supervivientes rescatados el viernes relataron que en las primera horas del accidente escucharon quejidos de los otros ocho compañeros pero ya en la noche habían cesado.

– Expertos chilenos –

Desde el miércoles empezaron las excavaciones a mano, internándose unos 100 mts por el túnel algunos de los mineros y más tarde se sumaron bomberos y especialistas salvadoreños y guatemaltecos.

Dos rescatistas chilenos que participaron en el mediático rescate de 33 mineros en el desierto de Atacama hace cuatro años, y un asesor del Ministerio del Interior chileno en materia de emergencias, llegarán a Honduras para apoyar las labores de rescate.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, «solicitó a distintos organismos prestar toda la ayuda necesaria para colaborar con el rescate» de los ocho mineros hondureños aún sepultados, informó en un comunicado la cancillería. AFP