Santo Domingo.La Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica y el movimiento Jóvenes Contra la Violencia expresaron hoy su rechazó a la caravana del orgullo gay, celebrada en pasado el pasado domingo en la Avenida del Puerto.

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Tony Guevara, coordinador del movimiento Jóvenes Contra la Violencia» y Rafael Gómez, de la Pastoral Juvenil, mostraron su desacuerdo a este tipo de actividad que, en su opinión, «promueve los antivalores» en la sociedad dominicana.

Indicaron que dicha caravana «no tiene razón de ser y menos en está sociedad donde la mayoría apoya el matrimonio entre un hombre y una mujer, establecido en la Constitución de la República».



Sostienen que este tipo de actividad «constituye una ofensa bochornosa a la sociedad, que tiene jóvenes que luchan y dan ejemplos, y que quieren construir una sociedad mejor».

Al mismo tiempo, rechazaron el que se incluyan a niños y niñas en este tipo de eventos, en contra de los dispuestos en la ley 136-03 o Código del Menor.

El dirigente juvenil Tony Guevara hizo un llamado a las autoridades para que no permitan estas actividades «dañinas para la juventud y en contra de los valores cristianos, ya que Dios dispuso en la naturaleza humana la unión de un hombre y una mujer mediante el vínculo del matrimonio».

Asimismo, exhortaron a la familia dominicana y los padres a cuidar de sus hijos «para que los mismos no sean involucrados en actividades homosexuales, ni de lesbianismo, ya que la mayoría de los sectores de la vida nacional rechaza esta práctica, que además raya en la inmoralidad y da una bofetada a la razón humana».

Calificaron de «desorden humano» este tipo de conductas «reñidas con las buenas costumbres» y argumentaron que este fenómeno social «de ninguna manera puede ser considerado como algo genético y hormonal, pues estadísticamente es improbable que la cantidad elevada que se ha ido asociando a este tipo de comportamiento sea un error de la naturaleza».

Por último, invitaron a la comunidad nacional a orar y respetar a las personas que han elegido este camino «para que puedan liberarse, ser felices y gozar del amor misericordioso de Dios». EFE