Nueva York. Adderli Cruz Rosario, de 21 años de edad y nativo del norteño municipio de Moca en la República Dominicana, fue condenado a 57 años en la cárcel por un juez de un tribunal del condado Montgomery en Maryland, después de ser hallado culpable de violar sexualmente a cinco hermanitos menores de 8, 10 y 11 años, entre ellos dos hembras y dos varones y a uno de ellos, lo estrelló contra una pared provocándole múltiples fracturas.
Adderli

Cruz Rosario, era un residente del barrio Jenny María II, situado en el área de la Zona Franca de Moca, había llegado a los Estados Unidos hace algunos años y después de cumplir la sentencia, a los 78 años de edad, enfrentará la deportación a su país de origen.

Los fiscales, lo calificaron como un «monstruo» que cometió horribles crímenes contra los menores. El niño al que estrelló contra la pared, le produjo nueve fracturas costales y pesaba 18 libras.

Fue sentenciado por la jueza Cheryl A. McCally, quien dijo que los abusos, cometidos por el mocano, son los más horribles que ella ha visto en 33 años de ejercicio judicial.

Fotos y videos, le fueron encontradas en su teléfono móvil, en las que Cruz Rosario, aparecía riéndose y jugando con los niños.

La madre de los menores y de 27 años de edad, no identificada, le dijo a la policía que Cruz Rosario y los menores, «se veían muy felices»

La familia residía en el sector Silver Spring del condado Montgomery en Maryland. Cruz Rosario, había decorado las paredes de las habitaciones de los niños.

El sentenciado, trabajaba como gerente en una empresa de contabilidad y se hacía cargo de los niños, en su tiempo libre.

A pesar de las evidencias presentadas por los fiscales, la madre asegura tener dudas sobre las violaciones, alegando que los menores nunca le dijeron nada respecto a los abusos, según el diario Washington Post.

Cuando fue arrestado, a Cruz Rosario, se le impuso una fianza de $1 millón de dólares. La madre tiene ocho hijos y comenzó a quedar embarazada desde que era adolescente. Siete de sus partos fueron con cesáreas.

Se mantiene con cupones de alimentos del estado y quedó desamparada junto a sus hijos. Luego, ella consiguió un empleo durante la temporada de llenar planillas de impuestos en el que ganaba hasta $1.000 dólares a la semana.

Ella dijo que Cruz Rosario era muy juguetón con los niños y las niñas y les hacía cosquillas, fingiendo que los iba a morder. «Le dije a él, que no me gustaba eso. Una de sus hijas, la alertó acerca de las mordeduras que le hacía el mocano, pero la madre no se lo tomó en serio.

Uno de las niños, sufrió un fuerte golpe en una pierna y cojeaba. Cruz Rosario le dijo que no sabía lo que había pasado y la llevaron al hospital.

El 10 de abril, la madre llegó a la casa y notó que el mismo niño, tenía moretones en la mejilla y cuando le preguntó al hombre, Cruz Rosario le dijo que hablara con los otros niños.

El pediatra sospechó de los moretones y llamó a la Agencia de Bienestar Infantil, donde designaron una trabajadora social. Un examen médico halló fracturas de costillas y daños en el páncreas y el cerebro del menor.

Otro examen independiente, descubrió evidencias de los abusos sexuales cometidos por Cruz Rosario.

Los detectives, interrogaron a tres de los hermanos de la niña abusada. La niña, de 8 años de edad denunció que Cruz Rosario la había golpeado en la cara, las piernas, el pecho y los hombros.

Otro niño de 10 años de edad, denunció que Cruz Rosario, golpeaba frecuentemente a sus hermanos con las manos y cinturones.

Una de las niñas, de 11 años, relató que Cruz Rosario, le gustaba «morderlos». En junio, los menores volvieron a ser interrogados por los detectives y comenzaron a decir que Cruz Rosario los abusaba sexualmente.

Cinco de los niños, sufrieron los abusos del depredador sexual de Moca.

La madre de las víctimas sigue visitando a Cruz Rosario en la cárcel y se comunica con él por teléfono y el hombre insiste en que es «inocente» y que nunca tocó a los menores. «Todo es mentira, sino pregúntale a los niños», le repite el sentenciado a la madre.

Los detectives han sugerido a la madre, dejar de hablar con Cruz Rosario, pero ella respondió que está buscando respuestas y alega que quiere que el hombre, «si lo hizo», le diga porqué.

«Si puedo sacarle la verdad a él, lo hare. Es por eso que sigo hablando con él», concluyó diciendo madre.

Fuente El Nuevo Diario