Por Héctor Gómez

A propósito del valioso aporte del joven Richard Guzmán Brito, nativo de Santiago de los Caballeros, quien nos envió un cuadro comparativo relativo a las estadísticas, premios y lideratos ganados por el inmortal de Cooperstown Pedro Martínez y el próximo miembro del Nicho de los Inmortales, nos motivamos a escribir este artículo, en donde trataremos de aquilatar en su justo contexto la labor desarrollada por estos dos virtuosos del pitcheo nacidos en la patria de Duarte, Sánchez y Mella.



Juan o Pedro

Mucho se ha comentado a través de los diferentes medios nacionales sobre quien ha sido el mejor lanzador dominicano de todos los tiempos en Grandes Ligas.



Fundamentalmente, el debate se limita a dos virtuosos del montículo: Juan Marichal y Pedro Martínez.

Marichal es miembro del salón de la fama de Cooperstown desde 1983 y del pabellón de la fama dominicano desde 1980, Pedro llegará a ambos templos en el segundo decenio de este siglo.

¿Quien tuvo mejor carrera entre el monstruo de Laguna Verde o Pedro el Grande?

De manera general observamos una tendencia en los aficionados. Los de mayor edad, que tuvieron la oportunidad de ver a Marichal lanzar en su época dorada, se inclinan por el montecristeño. En cambio, los más jóvenes tienden a alinearse con el monstruo de Manoguayabo.

Juan Marichal supera a Pedro Martínez en triunfos, efectividad, innings lanzados, juegos completos y blanqueadas. Pedro, por su parte, supera a Marichal en cantidad de temporadas, en ponches y premios Cy Young.

Lo primordial al comparar jugadores de diferentes épocas es medir su contribución dentro del contexto histórico correspondiente.

Considerando como ha evolucionado el beisbol a través de los años, es un contra sentido comparar números absolutos entre jugadores de diferentes épocas. Sencillamente no es justo, ni lógico realizar comparaciones de este tipo.

Simplemente no es lo mismo un lanzador con efectividad de 2.10 en 1960 — cuando el promedio de la liga era de 3.81 — que en el 2007 cuando ese promedio se había elevado a 4.47. La efectividad es la misma, pero claramente el segundo lanzador ha sido más dominante que el primero.

Entre las transformaciones más impactantes del juego cabe destacar la llegada de una pelota más viva, bates de mejor calidad, parques más pequeños, regímenes de preparación física y mental avanzados, sustancias para mejorar el rendimiento, entre otros.

Por tanto es esencial al realizar la comparación tomar en cuenta la época, el parque, galardones obtenidos y juegos de estrellas. Entendemos es clave ponderar el dominio de cada lanzador sobre sus contemporáneos. Es la mejor forma de realizar una comparación justa.

Ciertamente la competencia está bien cerrada. Veamos.

Al considerar el dominio de cada lanzador en su época, tomando como base una métrica normalizada como ERA+, Pedro aventaja a Marichal. Esta estadística indica que Martínez fue un 54% superior a sus homólogos, mientras el dominican dandy un 23%.

De manera similar, Pedro supera al considerar estadísticas tales como Whip (hits y transferencia por episodio lanzado), Fip (promedio de efectividad independiente del fildeo) y ponches propinados por transferencia. Estas estadísticas apuntan de manera directa al dominio de un monticulista.

A pesar de lanzar en una época de mayor ofensiva, el monstruo de Manoguayabo claramente fue más dominante que el inmortal de Cooperstown.

Sin embargo, cabe destacar a favor del montecristeño su asombrosa durabilidad. El hombre completó mas juegos (244) que los que ganó (243). Incluso aventaja a Martínez en win shares (victorias compartidas) 260 a 251. Este dato muestra una mayor contribución en términos de victoria a lo largo de su carrera.

A nivel de participaciones en juegos de estrellas, Marichal también aventaja a Pedro 9 por 8, mientras que este último está a la cabeza en galardones obtenidos con sus 3 Cy Young. En este contexto debemos hace la salvedad de que en los 60’s solo se otorgaba un premio Cy Young por ambas ligas.

Pedro tuvo 108 partidos de cifras dobles en ponches, categoría en la que se encuentra en el cuarto lugar de la lista de todos los tiempos.

Resalta, además, que Martínez compiló una foja de 101-31 contra equipos de la Liga Americana, donde se usa el bateador designado y por ende, le tocó enfrentar más ofensiva. Vale destacar, asimismo, sus tres premios Cy Young y sus tres lideratos de ponches, que lo llevaron a sumar 3,154 abanicados de por vida, el segundo mayor total para un lanzador de color en toda la historia de las Grandes Ligas.

Entre 1960 y 1973, la mejor época de Marichal, se registraron 61 ganadores de al menos 20 partidos. Mientras tanto, entre 1997 y el 2004, cuando Pedro lo hizo tres veces, solo se lograron los 20 triunfos en 19 ocasiones.

Para darle peso a la relevancia del tema de la ofensiva en la época de Martínez, cabe resaltar que entre 1960 y 1973 se conectaron 50 jonrones en solo tres ocasiones, mientras que entre 1997 y el 2004 se en 16 ocasiones.

De hecho, el periodo comprendido entre los años de 1997 y 2003 es probablemente el más dominante de lanzador alguno en los anales de Grandes Ligas.

Las estadísticas de última generación corroboran la alta valoración que se tiene del dominicano. Efectividad normalizada (ERA+) de 154, es decir más de un 50% por encima del promedio de sus contemporáneos. Victorias sobre el jugador reemplazo (WAR) 75.9, lo ubican en el grupo elite entre los mejores monticulistas de la historia de liga mayor.

Para poner en perspectiva los números de Martínez, basta observar los del inmenso Juan Marichal, quien compiló en su carrera ERA+ de 123 y acumuló 64 WARs.

Entre los lauros de Pedro destacan tres premios Cy Young (1997, 1999, 2000), ocho juegos de estrellas, cinco lideratos de efectividad y tres de ponches propinados.

En lo que respecta a Marichal, Marichal, debemos destacar que es un seis veces ganador de 20 partidos, que tuvo que rivalizar con el zurdo Sandy Koufax y los derechos Don Drysdale y Bob Gibson por el título de «mejor lanzador» de la Liga Nacional, principalmente entre 1962 y 1971.

En 16 temporadas con los Gigantes de San Francisco, Medias Rojas de Boston y Dodgers de Los Angeles, Marichal acumuló marca de 243-142 con 2,303 ponches y 52 blanqueadas en 3,507 entradas.

El derecho de la gran alzada lanzó un no-hitter (junio de 1963), seis veces abanicó más de 200 bateadores y en cinco oportunidades trabajó más de 295 entradas por temporada.

En 1983 se convirtió en el primer dominicano electo al Salón de la Fama de Cooperstown.

El total de triunfos de Marichal permaneció como el récord para lanzadores hispanos en las Grandes Ligas hasta que el nicaraguense Dennis Martínez lo superó, con 245, en 1998.

Dennis Martínez consiguió marca de 245-193 (.559) y efectividad de 3.70 en 23 temporadas con Baltimore, Montreal, Cleveland, Seattle y Atlanta.

En conclusión…

En su apogeo, Pedro claramente más dominante que Marichal, sin embargo el nativo de Laguna Verde fue más duradero y de acuerdo a win shares tuvo una mejor carrera que Martínez.

Si usted me pregunta con cual de los dos me quedo para un séptimo juego de una Serie Mundial, mi respuesta sin vacilar sería el derecho de Manoguayabo, principalmente por la época en la que lanzó, donde había mucha más ofensiva que en los tiempos de Marichal; ahora, si la pregunta está supeditado a un escenario de un lanzador para un período de 10 temporadas, mi selección es Juan Marichal, tomando en cuenta el factor «durabilidad».

¿Con cuál se queda usted, amigo lector?