LONDRES. El primer ministro británico, David Cameron, dijo el miércoles que el yihadista que decapitó al periodista James Foley es muy posiblemente británico y prometió que hará lo que sea para detener el flujo de voluntarios a las filas de Estado Islámico en Siria e Irak.

Decapitado



«No hemos identificado al responsable, pero por lo que hemos visto cada vez es más probable que se tratara de un ciudadano británico», dijo Cameron a la prensa después de las reuniones de urgencia que mantuvo al día siguiente de la difusión de un video con la decapitación del reportero estadounidense de 40 años, secuestrado en Siria en 2012.

Cameron interrumpió sus vacaciones y volvió a Londres desde Cornualles, en el litoral occidental inglés, para presidir estos encuentros.



«Es algo profundamente impactante. Pero sabemos que demasiados británicos han viajado a Siria e Irak para participar del extremismo y la violencia. Y lo que tenemos que hacer es redoblar nuestros esfuerzos para impedir que la gente vaya», aseguró, tras describir el asesinato de «bárbaro y brutal».

«Quitarle el pasaporte a los que contemplan ir, arrestar y perseguir a quienes han participado en el extremismo y la violencia. Retirar material extremista de internet y hacer todo lo posible por mantener a nuestra gente segura. Eso es lo que hará el gobierno», prometió ante su residencia oficial de Downing Street.

El video de la ejecución fue difundido el martes por la noche y la Casa Blanca confirmó su autenticidad este miércoles.

Estado Islámico dijo que la decapitación era una represalia por los bombardeos estaounidenses a sus posiciones en Irak, pero éstos continuaron.

El primer ministro ha expresado en muchas ocasiones su inquietud por la participación de británicos en las guerras de Siria e Irak -se cree que hay unos 500- y por su posible regreso con la intención de seguir con su combate en casa.

El ministro de Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond, dijo a la BBC que que las agencias de inteligencia están vigilando a los británicos en las filas de grupos yihadistas, admitiendo que algunos han estado involucrados en «crímenes terribles».

«Somos conscientes de la amenaza de los extranjeros que operan en Siria e Irak. No solo el Reino Unido, sino también todos los países occidentales y otros árabes», agregó.

«Esto es un veneno, un cáncer, lo que ocurre en Irak y Siria, y existe el riesgo de que se extienda a otras partes de la comunidad internacional y que nos afecte a todos directamente», precisó.

Hammond dijo que la situación es de difícil solución y que si Estado Islámico se asienta en Irak y Siria «lo usará como base para atacar a Occidente». Pero que si se frena a la organización «algunas de estas personas volverán a sus países de origen. No sólo al Reino Unido, sino también a todos los países europeos, Australia, Estados Unidos, otros países árabes».

La policía británica dijo «investiga el contenido del video» y lanzó una advertencia: «nos gustaría recordar al público que ver, descargar o diseminar material extremista dentro del Reino Unido puede constituir un delito bajo la legislación antiterrorista».

Un analista consultado por la AFP dijo que tiene pocas dudas de que el yihadista era británico.

«Hemos mirado» el video «y estamos bastante convencidos de que es un británico», explicó Shiraz Maher, analista del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización (ICSR) del King’s College de Londres.

La convicción se basa en «los coloquialismos y también» el acento. «Tenemos una base de datos con cientos de combatientes en Siria y yo y mis colegas estamos revisándola intensamente para tratar de identificarlo», explicó.

«Siempre dijimos que los extranjeros que van a Siria no van para ser actores secundarios. Van para participar plenamente en la guerra, para estar en primera línea», agregó.