NUEVA YORK. El veterano dominicano Víctor Estrella Burgos, de 34 años y que juega su primera temporada en el circuito ATP, volvió a dar otro golpe este jueves en el Abierto de tenis de Estados Unidos en Nueva York y clasificó para la tercera ronda al derrotar al croata Borna Coric en cuatro sets.

Victor Estrella



Estrella Burgos, actual número 80 del ránking mundial, se impuso a la joven promesa balcánica de 17 años por 7-6 (7/2), 4-6, 6-4 y 6-2 en tres horas y once minutos de partido.

Es la primera vez que un tenista dominicano juega un US Open. Este año Estrella ya había disputado, y perdido, las primeras rondas del Roland Garros y Wimbledon.



«La energía la saco del corazón, del deseo de seguir jugando, de poner a Dominicana en el mapa del tenis», dijo Estrella al explicar las razones de su muy buen juego al final de un partido que cerró con lágrimas en los ojos producto de la emoción.

Por el pase a octavos de final, el tenista de Santiago de los Caballeros se medirá con el canadiense Milos Raonic, quinto cabeza de serie, que derrotó en cuatro sets al alemán Peter Gojowczyk.

Apoyado por una numerosos dominicanos y también los estadounidenses presentes en la cancha 6 del complejo de Flushing Meadows, Estrella salió a jugar sin complejos ante Coric, el tenista más joven del cuadro masculino del US open este año y campeón juvenil aquí en 2013.

En un primer set sin posibilidades de quiebre, el dominicano se mostró más certero en el tie-break que se llevó 7-2. Sin embargo, no logró aprovechar numerosas ocasiones de llevarse el saque rival y cedió el segundo parcial.

De todos modos, Estrella Burgos estuvo mucho más efectivo a partir de allí, mientras Coric pareció sentir el desgaste y la presión y perdió consistencia con su servicio (48 y 54% en el tercer y cuarto set), que fue quebrado en cuatro ocasiones.

«Hoy tenía como mil entrenadores. Cada uno de ellos me daba instrucciones. El público dominicano es uno de los mejores, te apoya hasta el final», señaló en referencia al gran ambiente que se vivió durante el match.

La diferencia de 17 años entre uno y otro fue la más grande en un partido del Abierto de Estados Unidos desde la era open (1968), pero para el dominicano no tuvo ninguna influencia en la cancha.

«Para mí la edad no incidió. Sabía que él era un muy buen jugador. Pero la edad no es un parámetro», afirmó en ese sentido.