Por: Alexis Beltré

Recuerdo cuando fuimos a cubrir durante una semana la segunda ronda de negociaciones del tratado de libre comercio (TLC), DR-Cafta, en San Juan, Puerto Rico (2003), claro como periodista, estaba como vocera de la Asociación de Farmacéuticos de la República Dominicana, la joven Leila Mejía. Una chica bien, entrega a su trabajo y haciendo su papel de defensora de un sector involucrado en las negociaciones frente a sus homólogos de los demás países envueltos en ese TLC.



Leila

Han pasado algunos años y en ese ínterin vimos la niña Leila Mejía integrada a programas de paneles, con cierta formalidad, tocando temas, políticos, empresariales y en fin un trabajo como comunicadora muy de chaqueta, no de franelita.



Leila Mejia y Joel Anico

Pero sucede que ahora a esa misma niña, Leila Mejía, se le ha metido un farandulerismo, excúsenme el término por si no existe, que es increíble lo que pasa con esta dama, si, es un poco como que no había a ninguna fiesta nunca, pero ha probado y le cogió “el gutico” al asunto hasta el punto que es ella quien protagoniza los shows más “sabrosos” de la farándula capitalina dominicana. Como diría alguien por ahí “en total desacate o desacatá”, que necesariamente no tiene que ser su caso.

Leila

Que si se besó con uno, que si está en Nueva York con su novio, que no le para a na´, etcétera, etcétera, “Los haters sufriendo y nosotros gozando jejejejejej y los pobrecitos no se dan cuenta q estoy viviendo en sus mentes sin pagar renta! Me halagan q dediquen la mitad de su día a hablar de mi, pero cuidado con las obsesiones. Cualquier cosa me dicen, tengo un amigo psiquiatra…”, termina la cita de una foto que colgó Leila en las redes, según publica el digital MasVip.

Leila

Me llega a la memoria el cuento del hombre que nacido de padres cristianos, criado en un hogar cristiano y que siempre de adulto también fue cristiano; muere, llega al cielo, por supuesto, y estando en el paraíso alcanza a ver unas luces y escucha una bulla, y le mueve a curiosidad, entonces le dice a San Pedro que le dije salir para ver lo que pasa allá donde están esas luces, a esto San Pedro se opone, pero el caballero cristiano insiste y finalmente le dejan salir, era una fiesta que se celebraba en lo que es “el infierno”, luego el cristiano regresa al paraíso y no lo hace para quedarse, no, vino a buscar su ropa para irse definitivamente de regreso a la fiesta…

Leila Mejia

 

Ve como no es tan mala la farándula, como la gente se “emborracha” con la chercha y el figureo, lo que no logró Leila Mejía con la formalidad de la chaqueta y el análisis “profundo” de los principales temas de actualidad que interesan a la llamada clase pensante, parece, digo parece, que lo están consiguiendo con el farandulerismo. Wao!!!!